Jugando A La Luz De Las Velas

Mis dedos recorrían lentamente la infinita superficie de tu brazo erizando a su paso el vello que quedaba inmediatamente detrás del contacto. El suave cosquilleo de las yemas al rozar la piel de tu cuerpo provocaba el susurro de un hilo de voz hueca estremeciéndose. La respiración se volvía más intensa a cada centímetro que mis dedos ascendían por tu brazo y el ritmo de tus pulsaciones se aceleraba hasta desequilibrarse del compás de la música lenta que nos acompañaba, haciendo bailar a las llamas de las velas repartidas por toda la habitación. Entretanto, el humo del incienso que ascendía lento y espeso, dibujaba formas inimaginables en el aire, que invitaban a la imaginación. Corazones, flechas, labios, nubes, lunas... Aunque para lunas la que se presentaba en lo alto del cielo pardo de una de las últimas noches de octubre. El silencio de palabra no lo era tal de sonidos inventados sobre la marcha. Vibraciones que salían de las entrañas, melodías de pianos internos que expulsaban una nota al pulsar según qué tecla. Y las sábanas blancas cubrían sutilmente los cuerpos casi desnudos de ropa y vestidos de besos. El ascenso continuaba y, al pasar justo por encima de la frontera que delimitaba tu antebrazo, tus labios se juntaron con fuerza y curvaste lentamente el cuello hasta apoyarlo sobre mi pecho. Podía sentir tu melena deslizándose agradablemente por mi costado, devolviéndome las sensaciones que estaba experimentando tu cuerpo. La venda negra que cubría tus ojos te transportaba hasta la más remota oscuridad y duda, abriendo los sentidos al máximo y regalándote el enigma de no conocer mi siguiente movimiento. El maravilloso juego de recorrer tu desnudez milímetro a milímetro se volvía mágico entonces. Y busqué tu mano de entre las sábanas y la encontré recogida en un puño cerrado que apretaba con fuerza el borde de la almohada. La cogí. La entrelacé. La apreté. La besé.

Y es que Sucede Que Hoy me apeteció sentir mientras escribía...

8 comentarios :

Lunettas | 03:59

Ay mi queridisimo amigo... compañero de letras... C´est Magnifique... muy tu, con muchisimo que sentir.
Sublime, delicado, Hermosisimo como de costumbre.

Besos
Lu *_~

Pablo Martín Lozano | 14:22

Ya se te echaba de menos por aquí, compañera. Muy yo, jeje, me ha hecho gracia esa sentencia. Gracias por tus palabras!

Besos.

Anónimo | 00:02

"Y es que sucede que hoy me apetacía sentir mientras escribía" Y yo he sentido mientras leía, no tengo plabras ¡Increíble!
Besos

Pablo Martín Lozano | 00:10

Muchas gracias Noelia y qué bien que yo sintiera al escribir y eso se traduzca en que tú sientas al leer.

Un beso.

Mariola | 00:48

....Mientras leia pude ver parte de ti....
Ha sido muy sensual y muy sexual. Nunca imagine ver esa faceta de ti.
Tras muchos textos sin leer este fué uno que me no me dejo pasarlo por alto.
POcos besos pavo.
SIgues siendo un cristalito en potencia

Pablo Martín Lozano | 01:02

Hola Mariola...pues ya ves, nunca te acostarás sin...Sé que llevas retraso de historias, pero lo bueno de que cada una tenga principio y final es que no importa cuando te conectes, porque no te habrás perdido nada. Además, ahí siguen estando. Lo de sensual y sexual...más lo primero que lo segundo; ya lo digo en el final: "me apetecía sentir mientras escribía".

Besos niña y bienvenida de vuelta.

Encarni | 00:17

Buenas noches Pablo, este post me ha recordado a "una noche asi contigo", que escribiste hace unos días. Es magnífico el poder de tus palabras, seguro que todos hemos sentido al leerlo unas yemas de los dedos recorriendo nuestro brazo.

Como bien dice Mariola, es muy sensual.


Besos.

Pablo Martín Lozano | 00:24

Hola Encarni, pues si realmente has llegado a notar esas yemas recorriendo tu brazo, yo ya me doy por satisfecho.

Gracias!
Besos.