Luces En Los Charcos

Las calles vacías y mojadas ilustran el ánimo de una ciudad que se protege de la lluvia echando el pestillo de sus puertas. Sólo el sonido de algún autobús nocturno se escucha al pasar por delante, tan vacío y muerto como las avenidas. Para cuando mi vista ya no alcanza a verlo, el silencio vuelve a reinar. Toda la sinfonía es apenas el sonido de las gotas que caen de las cornisas y van a morir en los charcos de las aceras. A lo lejos, una sombra se proyecta sobre los escaparates apagados después de una jornada poco rentable por el mismo motivo por el que ahora la ciudad se atrinchera. Una sombra tal vez de mujer, a juzgar por la melena que se mueve alegre y va disminuyendo conforme los pasos se alejan cada vez más de mí. Y en mitad de la noche, caminando a solas entre los adoquines encharcados, pienso en mis propias sombras; esas que me persiguen y confunden la realidad con lo que fue. Sobre mí, en lo alto, por la farola que alumbra mi figura resbalan gotas de lluvia que parecen lágrimas, al recordar la ocasión en la que nos alumbró a los dos. Ahora sobra luz a mi alrededor. Demasiado espacio iluminado para un caminante nocturno solitario. Un quejido celeste alerta de que la tormenta todavía no se ha marchado y, sin tiempo de cortesía para llegar hasta el cobijo de un portal, de nuevo la lluvia empapa mi ropa y mi piel. Camino bajo el aguacero sin dejarme llevar por la histeria y la hidrofobia que ha infectado la ciudad. Me abrocho el cuello de la chaqueta, enfundo mis manos en los bolsillos y avanzo sin rumbo observando el reflejo de las luces de neón en los charcos.

Y es que Sucede Que Hoy recorrí la ciudad de noche en solitario...

4 comentarios :

Anónimo | 15:52

Hola Pablo.
Quizás a veces es necesario tener
esos momentos de soledad para
poder disfrutar de uno mismo y
así poder poner las ideas en
orden o simplemente dejar de
pensar.

Este blog o más bien el final me ha recordado a una canción de Pastora, titulada: Tan solo.

Esto son unos trozitos de la canción:
... donde vas tan sólo y tan tarde que no te acuerdas de nadie cuando vas solito por la calle ...
... una vez me enamore del lado oscuro di tantas vueltas que perdí el rumbo ...

Bueno un besito.
Espero que todo te vaya bien!!!
Si necesitas algo aqui estoy ;)

Ana. Muaaaaaaaa

Pablo Martín Lozano | 16:02

Hola Ana, gracias por el comentario.
Sin esos momentos yo no sería nadie. Adoro perderme en mi interior, en el silencio de mis submundos para recolocar mi horizonte y escucharme un poco. También es bueno lo que dices de "dejar de pensar", aunque entonces la cosa se complica. Por más que lo intento siempre algo viene a la mente.
Me ha gustado la relación con la canción de Pastora; refleja bastante bien lo que se respira en este post.

Gracias por mostrarte cercana y ofrecerte, sólo que...y lo siento, no sé de qué Ana se trata. Hay varias y me resulta complicado adivinarlo. Sé que esto podría callármelo y hacer como que lo sé, pero antes de equivocarme prefiero asegurarme y saber quién eres.

En cualquier caso, gracias.
Besos.

Anónimo | 17:09

Aunque hace tiempo que no te comento, sigo leyéndote...y es que leerte es, en una palabra, delicioso.

BEa.

Pablo Martín Lozano | 17:20

Hola Bea! Muchísimas gracias :).
No importa que no comentes tanto si cada vez que vuelves lo haces con un mensaje como este.

Gracias, de verdad. Todo un placer escribir y recibir cosas así.

Besos!