Una Luz Sin Dueño

La luna eclipsa de blanco la estampa de una noche de invierno que sobrevuela con sensualidad las sábanas frías de mi colchón. A lo lejos, oculta entre un millón más, diferenciada únicamente por la casualidad de que mis ojos hayan ido a parar allí, una estrella parpadea emitiendo mensajes en clave que mi mente no es capaz de descifrar. Trato de sintonizar con el cosmos, respirar profundamente mientras mi mirada se centra en el destello intermitente del astro. Y como a retales de verdad vislumbro con incredulidad los despojos de una realidad paralela. En ese momento me dejo llevar por los brazos del tiempo al compás del ritmo que marca el universo. Las imágenes se suceden y comienza el relato de mi vida. Instantes que se dibujan en secuencias desordenadas completando las páginas de vivencias experimentadas a lo largo de los años. Son segundos de recuerdos de otros tiempos que existieron y quedaron para siempre grabados a fuego en el trastero de mi alma. Algunos no los recuerdo, otros creo estar viviéndolos en ese preciso instante y los hay que creía borrados y olvidados y sin embargo mantienen casi intacta su savia. Son retazos de una vida recobrada en sueños. Improntas efímeras de lo que un tiempo fue y dejó de serlo. Y aunque por momentos vuelvo a abrir los ojos para comprobar si el lucero sigue ahí, me pierdo en la inmensidad de la noche estrellada hasta comprender que por cada punto de luz un segundo más de vida me acompaña en el viaje. Y compruebo que alrededor de esa estrella, de justo la estrella que contemplo en cada momento, sólo luce la más profunda oscuridad. No hay estrellas a su alrededor. Soy un cuerpo celeste solitario, una luz sin dueño, un brillo amparado por la magia de la luna.

Y es que Sucede Que Hoy miré al cielo nocturno...

8 comentarios :

ale* | 01:11

Hola Pablo, pocas veces he dejado comentarios, creo que solo una vez. Pero te suelo leer casi todas las semanas y solo quiero decirte que me encantas. Tu forma de escribir, la forma de transmitir aquello que ves y sientes...es impresionante.
Me encantas
un beso!

Encarni | 14:54

Hola Pablo. No se por qué motivo pero desde hace ya algún tiempo cada vez que estoy en mi casa del campo me acuerdo de ti al mirar las estrellas, es impresionante lo bellas que son. Son buenas compañeras en las noches de pensamientos perdidos o desordenados. Veo que te sirvió para revivir recuerdos, espero que fueran buenos.

Un besote enorme.

Pablo Martín Lozano | 18:33

Hola Encarni. Yo tampoco sé el motivo, tal vez alguna conversación perdida en el tiempo que te marcó para hacer eso, lo importante es que disfrutes con el cosmos, con la magia de la noche envuelta en estrellas. Y lo más importante es que valores esas noches de "pensamientos perdidos o desordenados" de las que hablas. De ellas suelen venir las mejores decisiones.

Besos.

Pablo Martín Lozano | 18:40

Hola Alejandra, muchísimas gracias por decidirte a dejar otro comentario. Agradezco mucho todo lo que me dices y he visto que eres de por aquí y también estudias periodismo...¿en el mismo lugar que yo?

Besos y te animo a comentar siempre que te apetezca.

Anónimo | 21:54

Hola Pablo! Soy Celia, quería contestarte antes pero esta semana ha sido una locura en las clases (vease la hora del primer comentario) y me ha resultado imposible! Y por esta hora de comentario y registro no consigo acertar cn la contraseña que pensé en aquel momento así que me he registrado con mi otro correo jajaja siéntete doblemente halagado! En fin, q compartimos también universidad. Vi este sitio en el blog d publi y aquí estoy.
1beso

Anónimo | 22:28

Ayer leí desde una mano amiga, la más triste historia de amor...
Y la noche, la luna y las estrellas eran protagonistas de aquella historia.
Entré en tu blog, como hago a diario; empecé a leer y de nuevo el recuerdo de aquella historia me inundó la mente...
No he podido terminar de leer, lo dejo pendiente...
Sólo quería que supieras que por aquí paso mi huella...porque hoy ni siquiera pasé yo...
Estoy queno estoy... y por más que busco no me encuentro...

Queda pendiente, prometo volver cuando pueda terminar de leer, hoy no puedo.

Besos. Inma

Pablo Martín Lozano | 22:39

Hola Celia, gracias por la molestia. Me alegro entonces de compartir universidad, aunque no sé quién eres, jeje. Quedas invitada para perderte por aquí el tiempo que te apetezca.

Un beso!

Pablo Martín Lozano | 23:16

Hola Inma, siento que no hayas podido terminar de leer el relato. Seguro que llegará el día en el que puedas, el día en el que, llena de oxígeno y vitalidad, tengas la capacidad de afrontar cualquier contratiempo. Entretanto yo esperaré a leer un comentario tuyo diciendo que ya eres capaz; no ya por el texto, sino por todo lo que significará.

Ánimo. Un beso fuerte.