Regreso A La Playa De Los Sueños
El peso de la noche templada caía suavemente sobre la arena virgen de una playa construida en sueños a base de ilusiones y ojalás. En lo alto, la luna brillaba pura y radiante aportando la luz necesaria para reflejar en pieles y pupilas los deseos de dos almas encendidas con la llama del destino. Los cuerpos, entrelazados y entregados al sublime arte de la seducción, se compenetraban rozando piel con piel sin dejar de observar el manto de estrellas que se abría sobre ellos en un vasto lienzo pardo. A lo lejos el rumor de las olas festejando aquel instante de pasión acompañaba con regalos de sonidos imposibles y caricias que venían en forma de ola hasta mojarles los pies. No era la primera vez que visitaban aquella playa paradisíaca. Mucho tiempo atrás, incluso desde el más absoluto desconocimiento, los dos habían compartido una noche como aquella. Una noche en la que se juraron volver, dejando escrita una nota en la arena..."Viajaré hasta donde anoche dejé escrita una nota diciendo que volvería. Te veré allí, sentada en la arena esperando mi regreso. Y volveremos a ser uno mientras la luna nos deje...". Al fin ese día había llegado más de un año después. Pero no importaba el tiempo. Todo lo que un día fue un sueño se cumplía ahora en la realidad. La playa, la musa, la misma arena con la misma nota, idéntica la luna tiñendo de blanco un porvenir esperanzador. Sólo cambiaba un detalle; las caricias antes imaginadas ahora podían sentirse con las yemas de unos dedos anhelantes durante tanto tiempo de aquella misma piel.
Y es que Sucede Que Hoy volveré sabiendo que allí me esperas...
2 comentarios :
¿No se siente miedo al volver? Lo digo, porque ya una vez tuviste que irte de esa playa, aunque supongo que en esa decisión influyen los motivos por los que te fuiste.
Sabiendo lo poco que sé sobre la historia (no se si me estaré equivocando) no puedo evitar que me recuerde al estribillo de una canción de Sabina que tanto me gusta...
"Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres... Porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren..."
Un besote.
Sólo por esta vez estaré encantado de decir que te equivocas, jeje. La playa a la que volví es una de la que me marché cuando el día entró por la ventana, ya que era un sueño en el que una musa invadió mis horas en aquella fina arena.
Ahora resulta que la musa, que ya era de carne y hueso, supo que era ella la dueña de esas letras. Y volví a esa playa, pero ahora sabiendo que la musa era de verdad y compartía algo conmigo.
Nada ni, sobre todo, nadie de lo que pensabas...jeje.
Siento decirlo así, pero entiende que es bueno. Todo sonríe.
Besos, gracias y bienvenida de vuelta!
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