A Voz Pasada

Me aferro al silencio que grita hoy en mi interior para acallar lo que ya manifesté sin previo aviso. Muerdo las palabras y cierro los labios con fuerza para no decir aquello que entre dientes se escapó sin darme tregua. La garganta dijo no mientras las manos proyectaban en sílabas los secretos que guardaba bajo llave en la antesala de mi boca. Y sin tiempo de pedir perdón arremetí sin remedio hasta que no pude volver el tiempo atrás. Mi voz había cumplido su parte del trato pero nada pudo frenar el avance de mis manos. Letra a letra fue tomando forma el mensaje convertido en bala de metal pesado que volaba ardiendo en dirección a tus ojos. Hasta que impactó, y lo hizo sin conciencia, sin excusas, sin tiempo de preparación. El daño estaba hecho y, dañada por la onda expansiva, la confianza se resquebrajó y quedó disminuida a pedazos de duda y confusión. Como el huracán que se eleva hasta el cielo abierto arrasando todo lo que encuentra a su paso, el peso de mi voz callada removió con ira tu alma hasta dejarla hundida en la desazón. Ya ni el grito de alto el fuego era suficiente para reclamar tu perdón. Alaridos muertos yacían en la cuneta de la autopista que se estaba construyendo directa a tu corazón. Y en el cielo nubes negras, cien mil rayos y el recuerdo de tu adiós; la ligera y pobre herencia de tus ojos derramando falsas lágrimas de compasión.

Y es que Sucede Que Hoy no guardé silencio...

10 comentarios :

Lamas | 12:06

"Y sin tiempo de pedir perdón arremetí sin remedio hasta que no pude volver el tiempo atrás." Me encanta!!!

Pablo Martín Lozano | 12:35

Hola Lamas...gracias por el comentario. Así fue, improvisado, sin tiempo de nada, sin tiempo para nada.
Me alegro de tu interés.

Un beso.

Anónimo | 17:14

Hola
Pablo

Mira que esta historia la he vivido...

Escribes hermoso!

un beso y un abrazo
Carolina

Pablo Martín Lozano | 17:33

Hola Carolina!
Muchas gracias.
Cuántas veces hemos callado lo que deberíamos haber dicho, y cuántas otra hemos hablado más de lo que hubiésemos querido.

Un beso!

Anónimo | 18:23

Callado...En mi caso miles de veces...
sobre todo cuando se trata de decir lo que siento, creo que es por el miedo de herir al hablar de más...

Quien sabe que será mejor o peor de ambas situaciones...

Y ahora pienso que hubiera pasado ese día ??...si tan solo hubiese dicho algo de más...

un beso
Carolina

Pablo Martín Lozano | 18:27

Seguramente que hubieses generado otras situaciones, lo que nadie te puede asegurar es si mejores o peores. En cualquier caso lo que debemos aprender es a estar en equilibrio con nosotros mismo. A saber que de nuestros actos y palabras dependen las situaciones futuras y actuar en consecuencia. Nadie más que tú construye tu vida.
El miedo es el peor amigo del hombre.

Un beso!

Anónimo | 18:38

Totalmente deacuerdo ...


mira que cada vez que uno se pasea por tu blog piensa cosas como estas que hacen muy bueno el día...
:)

un besote

Pablo Martín Lozano | 19:23

Y yo feliz de suscitar reflexiones... :)

Gracias!

Besos.

Rosa | 23:14

Siempre digo que prefiero arrepentirme de lo que dije que de lo que me calle. A veces nos callamos por miedo y al arriesgarnos podriamos haber conseguido lo que deseabamos. La unica forma de saberlo es arriesgarse y probar suerte.
Precioso como siempre.
Besos.

Pablo Martín Lozano | 02:14

Gracias Rosa!
Eso es, siempre decimos que más vale arrepentirse de algo que hiciste, que de algo que nunca llegaste a hacer, pero lo mismo debemos aplicar a las palabras. Lo que nos perdemos por no atrevernos a decir las cosas, y yo el primero.

Un beso fuerte.