Una Segunda Oportunidad

El último sol de la tarde cae sin fuerza sobre la fachada acristalada del lugar del que nunca debimos salir. A lo lejos reluce la estructura que durante dos días se convirtió a la vez en reino y prisión de un deseo ardiente. Como un gigante en mitad de la llanura que viene a recordarme lo que te deseé entre sus paredes, aquel palacio de sueños se presenta ahora ante mí; imponente, firme, majestuoso. Y la nostalgia de un pasado reciente que asemeja lejano me corre por dentro al pasar por su lado transportándome a la noche en que quise hacerte mía. Los minutos corrían en la esfera de mi reloj a la misma velocidad a la que días después palpitaría en mi pecho un músculo que creía nuevo y más tarde supe que llamaban corazón. Las miradas indiscretas recorriendo tu figura de norte a sur; las palabras entrecortadas al saberte junto a mí en mitad de la multitud. Busco en la memoria los momentos en que te deslizabas entre aquellas sábanas blancas y me veo forzado a imaginarlos ante la falta de recuerdos. Lagunas que el tiempo habrá de curar con nuevos y esta vez reales instantes que rellenen los vacíos de tu imagen compartiendo habitación conmigo. El destino es siempre favorable cuando el resultado de una segunda oportunidad es el remedio de un error que supimos valorar. Y el último sol de la tarde sigue cayendo sin fuerza sobre la fachada acristalada del lugar del que nunca debimos salir, pero con la certeza ahora de que no será lejano el día en que volvamos a entrar juntos y esta vez con una habitación que compartir.

Y es que Sucede Que Hoy volví a pasar por aquel hotel...

6 comentarios :

Lamas | 01:37

Este verano tambien yo voy en busca de segundas oportunidades. No sé aún si de volver a cometer el mismo error, o de esta vez no cometerlo... Es lo que tiene el verano. Por cierto, mañana me voy de vacaciones y no tendré internet (qué será de mí!!) Así que voy a tener la lectura y escritura de blogs un tanto abandonada.

Espero que también tú disfrutes del verano.

Besiños!!

Pablo Martín Lozano | 02:42

Hola Lamas, gracias por el comentario.
Ya sabes aquello de que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces....blablabla. Yo prefiero decirte que el ser humano es el único animal capaz de aprender y evolucionar interiormente, haciendo del defecto virtud y del error acierto futuro. Suerte.

Que pases felices vacaciones.

Besos!

Quetzal | 07:02

Qué alivio tener una 2da oportunidad!
un beso

Pablo Martín Lozano | 08:06

Hola Quetzal!
Por eso hay que saber aprovecharla cuando la vida te la da.

Un beso!

Encarni | 21:06

Hola Pablo,cuanto tiempo sin poder pasarme por aquí. Segundas oportunidades... a veces llama a tu puerta, coges aire y le dices que no y aun sabiendo que merece un NO con mayúscula, no puedes evitar por un instante que el corazón o tal vez los recuerdos te hagan temblar. Cuando merece la pena hay que intentarlo, porque como ya he dicho muchas veces prefiero arrepentirme de algo que hice a pasarme el resto de mi vida arrepintiéndome de algo que jamás intenté.

Para que salga bien hay que haber aprendido bien la lección.

Besos.

Pablo Martín Lozano | 22:28

Lo primordial...es eso, haber aprendido del error. En este caso la segunda oportunidad era fácil de decidir, porque no tiene nada que ver con un tema sentimento-trascendental, jeje. Sólo una segunda oportunidad de tener una oportunidad.

Gracias por volver, se te echaba de menos.

Besos!