El Sabor De La Lluvia En Tus Besos

Me gusta el sabor de tu cuello mojado por el agua dulce de esta lluvia veraniega. Observar el aguacero pasajero empapando la tierra de nuestro alrededor y sentir cómo sube el olor por nuestras piernas hasta que choca con tu perfume y ya no puede continuar su ascenso. Ver correr a la gente huyendo mientras yo me siento protegido por tus abrazos. Y en el cielo los rayos se asemejan a esas luces que adornan las fiestas colgando de parte a parte del jardín, mientras algún que otro relámpago nos fotografía en mitad de una sonrisa. Las gotas se posan en tu piel dibujando corazones aleatorios repartidos por tu cuerpo. Y las pocas que no chocan caen rodando por tu rostro hasta que son recogidas por mis labios. Desde hoy siempre recordaré aquel banco bajo el árbol centenario. Será inevitable no mirar allí cuando pase y que mi mente no eche a volar recordándote sobre mis piernas, cara a cara, a un beso de distancia. O que no se me erice la piel al recordar tus manos acariciando mis brazos por debajo de la ropa. El mundo se detiene cuando nuestras almas conversan. Todo deja de existir más allá de tu voz y de la mía. Y hasta la lluvia que todo lo empapa, parece respetar nuestro rincón sagrado. Un rincón en mitad de la ciudad, en el que durante unas horas fue como volvernos invisibles...

Y es que Sucede Que Hoy saboreé la lluvia en tus besos...

6 comentarios :

Quetzal | 06:21

Qué momento!!!
un beso

Pablo Martín Lozano | 08:03

Además de verdad...

Un beso y gracias!

Lamas | 18:02

Mmmmmm, que sensaciones tan frescas y húmedas. Es bonito aprovechar esos momentos mágicos en vez de correr como tontos a resguardarse debajo de alguna cornisa.

Lamas | 18:05

Se me olvidaba, (este comentario no este necesario que lo publiques si no quieres). Me aslta una duda: ¿has entrado alguna vez en mi blog? Lo pregunto porque, como te supongo "de letras" (encima periodista), me gustaría saber que opinion te merece el blog de "una de ciencias". Jajajajaja!!!
Besiños!!

Pablo Martín Lozano | 18:10

Hola Lamas, gracias por el comentario.
Yo nunca me resguardo debajo de una cornisa, de la misma manera que no utilizo paraguas. Llámalo manía si quieres, aunque yo prefiero entenderlo como anti-manía, jeje: sólo es agua, la gente parece olvidarlo.

Un beso!

Pablo Martín Lozano | 18:15

Por cierto...sí, estuve en tu blog la primera vez que dejaste un comentario y acabo de pasearme por él otro ratito...
Me gusta, más ahora sabiendo que eres de ciencias y aun así te acercas al maravilloso mundo de las letras, jeje.
El post de Carta desde Kauai me ha gustado especialmente.

Sigue sin desanimarte y siempre que lo que hagas llegue a satisfacerte a ti la primera.

Un beso!