Ya es el Alba la que Asoma

Fue entre bailes y sonrisas, entre roces y miradas, entre luna y agua clara golpeando en el cristal.

Sensaciones reinventadas, fruto del contacto entre dos pieles, unos labios y algo más.
Unos ojos que no miran, atraviesan sin piedad y un susurro anheloso que se clava sin hablar.
Una excusa pertinente nos aleja del lugar y una oferta indecente aun nos lleva más allá.

Luego la escapada y las carreras, frío viento incapaz de destemplar.

Y de pronto el silencio, cara a cara envueltos en la oscuridad;
dueños del espacio, de las manos y de un corazón acelerado a todo palpitar.
Unas penas que se ahogan, que se marchan, que ya no tienen porqué estar;
unos minutos que no esperan y que pasan, por más que los intente yo estirar.

Ya es el alba la que asoma, la que llega sin llamar; la que dice que ya es tarde, que debemos regresar.

Y es que Sucede Que Hoy reexperimenté sensaciones añoradas...

6 comentarios :

Joan Miquel Viadé | 12:07

Alba, ¿inicio o final? Tú decides...

Pablo Martín Lozano | 12:53

He leído tu comentario y enseguida me ha venido la respuesta fácil. Le he dado un par de vueltas y he caído en el sentido profundo (tal vez no pretendido, aunque suscitado).
Yo decido.
Saludos.

Joan Miquel Viadé | 15:46

Me divierto tanto.
Un regalo que también tu me haces.
Decide deprisa, el alba es sólo un suspiro entre dos mundos... Entre luz y oscuridad, la puerta de acceso a tu poder personal.

Pablo Martín Lozano | 16:22

No sé si por todos los cambios o por uno que comienza a descontrolar sus biorritmos, el caso es que últimamente casi alcanzo el alba a diario con los ojos como platos.
El sueño no me llega hasta altas horas de la madrugada. ¿Alguna explicación?
Tal vez la respuesta esté en llegar un día justo al alba despierto y aprovechar esa entrada de la que hablas. Puede que todo sea un indicio para que pruebe.
Aun así, podrías ayudarme.
Un abrazo.

Joan Miquel Viadé | 18:20

Todos (y cuando digo "todos", me estoy refiriendo a un motón de gente que conozco) andamos un poco trasnochados ultimamente. Muchos son los cambios que estan produciéndose a la vez en nuestras vidas, en nuestros cuerpos energéticos, en nuestros corazones así que de entrada, es bastante normal que te cueste dormir.
Por otro lado, ten en cuenta que la tranquilidad sobrevendrá con la decisión. Decide qué quieres conseguir antes de mover las piezas de tu vida. Decide hacia donde te diriges antes de dar el primer paso. Ese simple ejercicio de constricción, será suficiente para reparar tu falta de sueño. Y tu cuerpo (físico, mental y espiritual) lo agradecerá sobremanera.
Primero concentrar, luego lánzate hacia tu alba.

Pablo Martín Lozano | 18:38

Gracias por tus consejos Joan Miquel.
Suponía lo de que había más gente en esta situación, es el momento, ¿no?.
En cuanto a lo de reflexionar antes de mover, es algo que siempre he hecho, lo tengo bien aprendido y aprehendido. De cualquier manera en este caso la decisión no es tal como para quitarme el sueño, al menos no de momento, o al menos no en lo concreto, seguramente si extrapolo sí. Pero tengo tiempo por delante y mucho que vivir aun.
En fin, de nuevo gracias y lo comentaremos cuando nos veamos.

Un abrazo con ojeras. Jeje.