Tengo Que Decirte Algo
Tengo que decirte algo y no encuentro las palabras. Se esconden de mí, huyen ante la voracidad de mi boca que se muere por poder pronunciarlas. Te imagino en la distancia sujetando el teléfono con fuerza como queriendo que mi voz penetre más en tus oídos y creer que estoy a tu lado. O tal vez sólo sea yo el que lo piense y lo haga. Intento dejar la mente en blanco para que los verbos no encuentren obstáculo ni distracción, pero sigo sin poder decirte lo que quiero. Es que verás, no sé cómo darle forma a tanto sentimiento. No sé qué hacer para canalizar tanta emoción. Que no tenerte enfrente para transmitirte con los ojos lo que pasa en mi interior complica tremendamente la situación. Que no me acostumbro a hablarte sin poder intercalar besos entre palabras y silencios. Tengo que decirte algo y no sé cómo hacerlo. Se me escapan las sílabas antes de unirse entre sí; se resbalan las letras justo antes de quedar una al lado de la otra. Parece como si el torrente de sensaciones que me atraviesa el pecho de lado a lado se hubiese llevado por delante mi capacidad de habla. Cómo expresarte que...que...cómo...có... Mi oratoria decidió abandonarme sin aviso y ahora me encuentro con la necesidad de describirte lo que siento y no soy capaz de hacerlo. Tengo que decirte algo y no encuentro las palabras, pero tal vez es que mi planteamiento esté equivocado. No es que no sea capaz de hacerlo; es que descubrí que entre nosotros dos sobran las palabras.
Y es que Sucede Que Hoy eché de menos tenerte enfrente...
4 comentarios :
la sensacion de tranquilidad que nos proporciona el gesto en la cara del receptor de nuestras palabras es lo que alienta la huida de nuestra cobardia, pero... cuando en tre emisor y receptor hay un aparato que elimina la distancia y la materializa al mismo tiempo nuestra cobardia se gesta desde la incertidumbre de no saber que nos dice con los gestos, la mirada, etc, la persona a la que le hablamos... y es por eso quizas que cuando tenemos a esa persona enfrente sobran las palabras, o no necesitamos recurrir a ellas, y cuando la tenemos a la distancia necesitamos de palabras pero tememos recurrir a ellas... en fin... no son solo palabras...
Hola Pequeñavane!
Gracias por tu comentario.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices y precisamente yo valoro mucho la comunicación no verbal, gestos, miradas, guiños, incluso los actos inconscientes.
Todo un mundo.
Un beso y gracias.
Tu manera de expresar esa necesidad, tan pura y tan mágica de dos personas cargadas de emoción, de mirarse mutuamente, no solo me inspira a decirlo, sino que me ayuda a callarlo.
Para solo, y solo si, hacerlo cuando esa persona este enfrente.
Buenisimo relato, pasate por mi blog a ver si me das un par de consejos. Exitos.
Hola Renzo, muchas gracias por tu comentario.
Me alegro de que te guste y de alguna manera te inspire. Me pasaré por tu blog y te comentaré impresiones.
Saludos.
Publicar un comentario