Derribo De Esperanza

Despojándose de toda la ropa, desnudo ante el frío de las noches de febrero, se entregó en cuerpo y alma a la reconquista de una amistad perdida por la inestabilidad de un corazón en duda y un sentimiento preso. Armado con la palabra y la pausa de quien ya no espera sino un poco de comprensión fue derribando golpe a golpe el hasta entonces infranqueable muro de silencio y frialdad que se había levantado entre los dos. Palabra a palabra, latido a latido, la argamasa compacta y fuerte que unía los ladrillos de temor que conformaban el paredón se fue desprendiendo con la suavidad con la que el viento levanta la arena, y la luz comenzó poco a poco a traspasar con su calor hacia el otro lado. Tenía la certeza de que con aquella conversación buscaba tender un puente hacia una nueva realidad con sabor añejo, pero olores renovados y puros. Que retomar la partida en el momento anterior al último movimiento en falso únicamente pasaba por lanzar un ataque que abriera brecha en la tapia, para sonreír de nuevo sabiendo que del otro lado iba a existir reciprocidad. Y existió. Y sucedió que aquella efímera sonrisa se transformó en otra permanente. Que desde el otro lado del muro todo continuaba exactamente igual que la noche anterior al amanecer amurallado. Que todo había sido como un ciclón de dudas y miedos que había arrasado a su paso los días de todo un mes del calendario. Pero al fin el temporal había cesado y de nuevo el sol se abría paso. Desde entonces el aire volvía a ser ligero y ya no espeso y gélido como antaño. Las barreras de la indecisión se habían levantado. El libre intercambio de palabras y sentimientos se repuso sin los aranceles de duda que el absurdo había interpuesto un día por creer que en la vida sólo existen los extremos.

Y es que Sucede Que Hoy me alegré de recuperarte auténtica...

4 comentarios :

Encarni | 12:47

Me alegro de que los días grises que te acompañaron en este mes de enero se hayan vuelto más coloridos con la llegada del nuevo mes. Tal vez no sean rojos pero mientras sean verdes es motivo de alegría.

Besos.

Pablo Martín Lozano | 13:53

Y yo. Todo pasa.

Besos y gracias!

MJ Grau | 18:46

Debería estar estudiando, pero en realidad tengo el síndrome de la curiosidad ( suele llegar en época de exámenes).
He encontrado tu blog y deseo que continues con tu escritura.

Los muros que construimos son obstáculos difíciles de franquear pero unas palabras mágicas son suficientes para convertirlos en enseñanzas.

Hasta la próxima lectura.

Mª José

Pablo Martín Lozano | 18:58

Hola MªJosé, encantado de saludarte. Bienvenida y que disfrutes con los relatos que publico a diario. He visto que compartimos carrera y además ciudad, ¿también universidad?

En cuanto a los muros...basta esa palabra, esa sonrisa para que se desplomen por su propio peso.

Saludos!