Cosas De-Mentes

Volvía a casa después de un día denso de clases y más clases en la facultad, acompañado a lo lejos por la enorme y cercana luna llena que hoy nos acompaña. Todavía pululaban los últimos rayos de sol de la tarde, pero la enorme esfera blanca ya se dejaba ver entre alguna nube empeñada en ocultar la belleza del astro, seguramente por celos. Hoy lucía sus mejores galas. Así que, tratando de aplicar los últimos conceptos adquiridos en clase relacionados con el tema de la publicidad, iba prestándole especial atención a los mensajes que atiborraban el entorno. Carteles, rótulos, parabrisas abarrotados de folletos... Pero sobre todo me fijaba en las grandes vallas y paneles de carretera, valorando la disposición de elementos, la utilización de los colores, la tipografía, la imagen, el orden, la jerarquía y toda una serie de conceptos que te aporta el hecho de estudiar una carrera que, entre otras muchas cosas, te enseña a esto. Sin embargo, pronto dejé de fijarme tanto en lo formal y mi atención se desvió sin permiso hacia el contenido de los mensajes. Enormes titulares con una misma filosofía de fondo, sin importar la marca que lo sustentaba. Lo único cierto es que había algo en todos ellos que me resultaba del todo familiar. Algo así como una serie de citas o sentencias que parecían sacadas de mi propia mente, aunque no le quise dar más importancia que la aparente, pues pensaba que al fin y al cabo, en publicidad cambia el envoltorio pero no el mensaje. A todo color y con una tipografía de un tamaño descomunal, ocupando casi la totalidad de la superficie del panel, encontré eslóganes del tipo: "El tiempo corre", o "Aprovecha tus horas", "Cómete el mundo" e incluso otros más directos y agudos como aquel en el que se podía leer: "Hoy ya es un día menos..." Pero como digo, tal vez por el cansancio mental, la fatiga cerebral o simplemente por la hora que era, su importancia no trascendió demasiado. Claro que con lo que no contaba yo era con que al llegar a casa, robando unos minutos al tiempo que me separaba de la cena y aprovechándolos para torcer el cuello, esos mismos mensajes iban a cobrar sentido en mis sueños. Pero de esos sueños no retengo más que una sola imagen que se repite; la de la esquina inferior derecha de cada una de las vallas publicitarias que me habían impactado con esos mensajes, donde aparecía con un tamaño inferior: "Firmado, Tu Conciencia". Todo lo que había estado viendo no eran sino imágenes mentales creadas por mi subconsciente sobre vallas en blanco, para hacerme ver que debía aprovechar el tiempo y materializar todos los planes que rondaban por mi cabeza. Cosas de-mentes.

Y es que Sucede Que Hoy tal vez me intoxiqué demasiado...

4 comentarios :

Anónimo | 19:54

A veces dejamos pasar los dias sin aprovecharlos. De repente te encuentras en una rutina en la que abres los ojos, te levantas de la cama, no haces practicamente nada en todo el dia y vuelta a la cama, unas horas de sueño y otra vez a empezar, sin que nada te aporte algo... Otras veces perdemos el tiempo persiguiendo sueños que ya se convirtieron en pesadillas delante de nuestros ojos y aún nos resistimos a ver el cambio...

Me encuentro pasando unos dias que muchos considerarían como una pérdida de tiempo. Después de un tiempo cansada de todo, me quedé solita en casa, sin preocupaciones, sin obligaciones, disfrutando de mi soledad como una niña pequeña con zapatos nuevos y espero seguir disfrutandola tanto como hasta ahora los dias que me quedan. El domingo la casa se volverá a llenar de gente y comienza la "vuelta al cole" el martes y entonces disfrutaré todo lo que pueda del estrés que eso conlleva.

En resumen, hay que disfrutar de cada momento, haciendo lo que necesites.

Mil besos.

Pablo Martín Lozano | 20:23

Hola Encarni, hacía tiempo que no eras la primera en comentar un post.
Estoy seguro de que siempre puedes terminar por sacar algo de provecho en esos días ociosos...una lectura interesante, una conversación contigo misma, un encuentro inesperado... Sólo hay que estar abierto y receptivo a todo lo que nos rodea.
Aprovecha al máximo esa soledad de la que ahora puedes disfrutar y utilízala para recolocar todos tus pensamientos, tomar conciencia del año y de ti misma y plantearte los meses que vienen. A partir del domingo será todo vorágine.
Feliz soledad.

Besos!

Mara | 12:46

jejeje, por un momento he pensado que el tempus fugit volvía a estar en alza... porque, oye, no es un gran mensaje? Cómete el mundo. Tu conciencia tiene razón! Besitos :)

Pablo Martín Lozano | 19:13

Fue una manera diferente de saber que debía materializar todas las ideas.

Besos!