Amanecer Perdido En Tu Recuerdo

Esta mañana al despertar, me pregunté si me paseaba por tus sueños con la misma asiduidad con la que tú lo hacías por los míos. Si mi recuerdo cobraba forma de imagen onírica y hasta mi voz resonaba en tus oídos susurrándote palabras como las que cada noche tu melodía hace que escuche en mitad de la madrugada. A veces me da la sensación de recuperar el tiempo que desde mucho atrás no me dejas compartir a tu lado, mediante las horas eternas de las noches en soledad perdido en tu recuerdo. Es como si viviera una vida sin ti por el día y con la oscuridad volviera a tenerte entre mis brazos. Como si la luna rindiese pleitesía a los años junto a ti y me regalara tu compañía en forma de sueños vaporosos casi reales. Con la llegada del alba y el primer rayo de luz penetrando en mis ojos, la mente se llena de dudas tratando de discernir entre la vida real y la imaginaria. Pero ya hace meses que no consigo ver la delgada línea que las separa. O es que acaso no existe tal línea y la una sólo es prolongación de la otra. Dos niveles de realidad que se superponen cuando creo tocarte y mirarte directamente a los ojos entre sueños. Dos planos dimensionales que me dan la posibilidad de curar las heridas de la soledad, con las caricias ficticias de tus manos representadas. He escuchado decir que la vida son dos días y la mitad son noches y, por más que trato de encontrarle el sentido a la expresión, no puedo sino más que contemplarla como un dogma contra el que luchar, pues prefiero morir en el intento de transformar los días en eternas noches contigo entre mis sueños, a saber que con la luna tu imagen se desvanecerá y volveré a sentir frío entre las sábanas. Y es por eso que te miro fijamente cada noche entre mil fotos, que repaso los renglones de tus cartas en la cama y que escucho tus palabras en una grabación robada. Todo cuanto pueda inducir a mi mente a transportarme hasta los años de caricias y te quieros endulzados por tu voz enamorada. Y con esa duda he pasado la mañana, rebuscando entra las imágenes del sueño del que acababa de desprenderme sin quererlo, el momento en el que silenciosa te acercabas a rozar mis labios con los tuyos empapados en dulce sonrisa. Y ahora que en el cielo ya se pintan los luceros y en mis ojos pesa el calvario de otro día más sin verte, me preparo para el viaje, enfundado en mi edredón, a la espera de que vuelvas y me lleves de tu mano al rincón sagrado en el que habitas desde el día en que saliste de mi vida y dejaste tiritando a mi triste corazón.

Y es que Sucede Que Hoy amanecí perdido en tu recuerdo...

4 comentarios :

Anónimo | 01:09

Y es precisamente eso lo que yo entiendo por amar. Esas ganas de verlo, de sentirlo, de buscarlo cuando no está, echarlo de menos aunque haga solamente cinco minutos que os despedisteis... eso solo significa una cosa.

Los sueños a veces son nuestros grandes aliados, nos acercan a esa situación que no podremos disfrutar despiertos. Lo mejor es que no sabes que estás soñando y la vives intensamente. En ocasiones esos sueños nos alejan tanto de la realidad que acaban convirtiendose en una pesadilla, con protagonistas que no deseas ver.

Pero no voy a dejar de soñar por esas pesadillas porque los sueños bonitos me alegran tanto que merecen la pena.

Hay por ahí una frase que dice "La vida es un sueño, despertar es lo que nos mata"

Hace no demasiado tiempo tuve un lindo sueño y éstos no siempre son con los ojos cerrados...

Mil besos.

Pablo Martín Lozano | 11:34

Hola Encarni, de nuevo me ha encantado la cita que me has regalado. Yo tampoco dejaré jamás de soñar, porque sería renunciar a una parte tan importante como bonita y deseada de mi vida.
Es cierto que también se puede soñar despierto, pero tal vez en lo que entendemos por "sueño" pensamos que estamos despiertos y soñamos al caer la noche ficticia.

Besos.

Mara | 20:34

Qué malos pueden ser los recuerdos de vez en cuando...

Pablo Martín Lozano | 23:45

Hola Mara, tal vez tengas razón, aunque en este caso para nada lo valore como negativo e incluso piense que puedan ser positivos. Todo depende del cristal con el que se mire.

Un beso!