Llámame M.

Hola. Mi nombre es M. No traten de averiguar nada más acerca de mi vida. Les basta con saber que soy M. Ya les adelanto que difícilmente me encontrarán por los barrios marginales de cualquier ciudad, así que si alguien pretende dar conmigo, le recomiendo que empiece su búsqueda por las salas de embarque de los principales aeropuertos europeos, las más prestigiosas galerías de arte del globo, o los mercados más snob en busca del último grito. Comprenderán que no de más información, en la vida hay cosas que mejor no decir, que mejor no saber. Para los que les sepa a poco, les diré que sí, soy yo, el mismo que seguramente conocieron en la última fiesta glamourosa a la que asistieron, aquel loco que reía a carcajadas en el palco privado del teatro, el excéntrico repleto de joyas con el que se cruzaron por la ciudad a la salida de un lujoso hotel, o el caprichoso varón de la diminuta agenda, de la que se nutre de la más grata y selecta compañía. Pocas veces me verán solo. Y llegados a este punto, seguramente se pregunten a qué me dedico, cómo es mi día a día o a santo de qué escribo estas líneas presentándome. Pues verán, a lo primero les diré que cuando lo averigüe estaré feliz y contento de poder decírselo, respecto a lo segundo, les contesto que voy de aquí para allá, moviéndome a placer por el mundo de los negocios y la cultura, y en referencia a la tercera cuestión, sólo apuntar que de mí pueden escuchar historias verdaderamente atípicas, increíbles y surrealistas. Porque ese soy yo, el surrealista por excelencia, la voz misma de la locura, el ingenio incontrolado y la verborrea pura de la extravagancia. Sí señores, así me considero, todo un personaje de sangre selecta y vida alocada, un trotamundos, un viajante, negociante, un Public Relations que se rodea siempre del lujo y lo exquisito. Qué quieren que les diga... todo un vividor. Si alguna vez nos conocemos, estaré encantado de charlar con ustedes, tengo mucho que contarles. Y para aquellos que en algún momento piensen en tratar de obviarme, ya pueden olvidarse, basta cruzarme con usted por la calle para recordar rápidamente su cara e interceptar su paso para darme al verbo. Seguiremos en contacto. Buenas noches. Se despide, M.

Y es que Sucede Que Hoy conocí a alguien interesante...

11 comentarios :

nosotros-somos | 06:24

Nos parece excelente eso de "vividor" y glamoroso, relatas bien no te preocupas del original usted al calco vivo, te manejas, felicidades...

Lunettas | 07:04

Buenísimo como siempre !
Ese gusto que tienes para seleccionar tus palabras -tal cual M- , le da cierta exquisitez a su lectura.

Besos

Ishhh *_^

Anónimo | 12:34

Al principio pensé que tu locura se había desbordado. Este post es tan distinto a los últimos que al principio me sentí un poco "descolocada".

El misterio suele hacer las cosas más interesantes, incluyendo a las personas. Despierta nuestro interés...

Un besote.

cristina | 12:55

Que decir de una noche como la que vivimos ayer. Teniamos dos opciones, o rechazar lo desconocido por ser prepotente, arrogante, y desmedido hasta el insulto, o intentar sacar el mayor jugo posible de la situación y aprender del personaje para luego emitir un juicio más acertado. Anoche no me podía dormir, me debatía entre el rechazo y la fascinación.
Un besito... COMEME EL COCO NEGROOOO!!! :)

Pablo Martín Lozano | 17:59

Nosotros-somos: Gracias por las palabras. Agradezco las felicitaciones y os invito a seguir aquí. Yo me pasearé por vuestro blog igualmente.
Saludos.

Lunettas: Me gusta ver que sigues fiel a tu cita. Siempre agradezco tus comentarios. Así que de nuevo gracias por lo que me dices. Que sigas disfrutando con la lectura.
Besos.

Rodrigo: Realmente no sé si me has leído o si es pura publicidad, en cualquier caso, yo no veto la entrada a nadie ni dejo de publicar comentarios. Saludos y me alegro de que te guste.
Saludos.

Encarni: Bueno, no quería caer en la rutina y el hecho de conocer ayer a cierta persona, me marcó de tal manera que pese a no tener pensado escribir sobre eso, decidí hacerlo y guardarme el de ayer para otro momento. Posiblemente sea hoy y, tranquila que con ese no quedarás "descolocada", jeje. De todas formas, en la variedad está lo bueno.
Un beso.

Cris: Tú fuiste testigo conmigo del personaje que cobra forma en este post. De vez en cuando te cruzas con gente en la vida de la que piensas que sólo existe en las novelas y en los archivos médicos de los psiquiatras, pero no, ahí están, cenando a tu lado y relatando los pasajes de una vida loca. En fin...de todo se aprende y todo el mundo merece la oportunidad de ser cuanto menos escuchado.
Un beso y...respecto al final de tu comentario...no diré nada, jaja.
Besos!

Domingo | 18:07

Enorme Pablo, enorme. La vida no la mido por las veces que respiro, sino por los momentos que me dejan sin aliento...y éste es uno de ellos. Ya me presentarás al señor M. estoy curioso por conocerlo. Sólo los grandes encubren así una personalidad, sólo ellos crean el misterio de la nada, sólo tú me haces sonreir por hablar el mismo idioma que yo, el de la literatura. Esa literatura que es pedante. ¿Me entiendes, verdad?
De corazón amigo, hoy me llevé una gratísima sorpresa y no dudes que seré un asiduo, un pesado impaciente de sucede que hoy. Desde la más profunda admiración sólo decirte una última cosa: ENHORABUENA crack

Pablo Martín Lozano | 18:13

Hola Domingo. Sentí que debía decírtelo porque también percibí en ti ese soplo de la literatura, en las charlas que hemos compartido últimamente. Ese soplo pedante, del que hablas y entiendo a la perfección.
Serás siempre bienvenido en mi rincón y espero que puedas sentirte a gusto en él. La gente no se conoce por casualidad.

Un abrazo y gracias por dejar tu huella aquí.

Anónimo | 22:40

Yo tb tuve el placer de conocer al señor M, en otro lugar y otras circunstancias. Hoy en día, ¿quién no es raro a su forma?
un abrazo y Hala madrid ;)

Pablo Martín Lozano | 22:45

Hola Anónimo. El hecho de conocer a Mr. M y la despedida de tu comentario creo que te delatan, jeje.
Una persona peculiar, sí señor. De esas que da gusto conocer por lo enigmáticas que son.
En fin, en cuanto a tu despedida...felicidades, pero sabes que nunca compartiré tus gustos.

Un abrazo.

Anónimo | 13:17

Que me "descolocara" no significa que no me gustara. Evidentemente no seguía el hilo de los últimos escritos, pero no por eso es menos interesante. Esta claro que esa persona te impresionó mucho como para decidir dedicarle un post.

Conocer personas nuevas, distintas... siempre enriquece.

Besos.

Pablo Martín Lozano | 13:52

Hola de nuevo, Encarni. Me alegro de que te gustara de cualquier manera. Tienes toda la razón con lo de que conocer nuevas personas enriquece; nunca sabes qué esconde un nuevo corazón, un alma nueva, una voz nueva. Y creo que de encuentros así inesperados pero que marcan tú sabes un rato.

Un beso :)