Un Reencuentro Inesperado

Una brisa a lo lejos limpia el polvo que te envuelve en mi memoria y desnuda con soberbia tu presencia entre el gentío. El sonido de tus pasos deslizando por un suelo que no olvida nuestras huellas me recuerda tu manera de caminar, mientras observo desde la barrera escondido, oculto detrás del temor de mis dudas, la destreza con la que mueves tu figura en una línea recta perfectamente trazada que, o bien se desvía, o acabará por traspasarme, pues me encuentro en plena trayectoria. Pero no cambias tu curso, no viras el rumbo y terminas por atravesar mi pecho de la misma forma dolorosa con la que tus lanzas lo hicieron tiempo atrás. No me atrevo ni a mirarte. Disimulo cabizbajo y me pierdo conversando con quien, ajeno a mi desatención, se dilata en su discurso sobre billetes de tren y no sé qué países de Europa. Lo siento, no escucho. Sólo alcanzo a controlar mis impulsos que, cada vez más, se tornan indomables cuanta menor distancia existe de su cuerpo al mío -de tu corazón al mío. Ya son sólo cinco pasos los que se abren entre los dos. Ahora cuatro. Ahora tres. Ya son dos. Sólo uno. "Hola". Mis oídos buscan en el archivo de la memoria el registro de tu voz, hasta hallarlo justo al lado de la imagen de un diccionario abierto por la letra "D" de dolor. Entonces me vienen cientos de recuerdos, de palabras y susurros melodiosos suscitados por esa misma voz, de promesas infundadas que en su momento sonaban a verdad, de tequieros y afectos naufragados en el mar de la soledad. Diálogo absurdo y sin embargo pleno, eterno, perenne, asfixiado. Tres segundos de intercambio de palabras y otros mil de intercambio de silencios y miradas. Miradas fugaces, esquivas, taciturnas, insaciables. Miradas todas que se pierden en la nada a excepción de una, la que torpemente se entrecruza con mis ojos despistados trazando un atisbo sigiloso. Sólo una entre infinito. Sólo una que me sabe a ese infinito. Y a lo lejos, sin perderte, te percibo deslumbrante en tu mudez. Luego, entre la gente, desespero en el intento de buscarte a cada paso, de seguir tus movimientos y observar todo tu encanto, de no atinar con las saetas que te lanzo con descaro. Y en un momento inesperado, con la sensación de que todo a mi alrededor discurre a cámara lenta, me conquistas con un giro, media vuelta -sonriente, melena al viento, ojos risueños-, mientras robo con astucia un beso de tus labios desde la distancia.

Y es que Sucede Que Hoy la vida quiso devolverme tu presencia...

8 comentarios :

Anónimo | 01:26

Si a mi me ha conquistado tu relato... ¿cuántas sensaciones le habrás provocado a ella con una mirada?...

El primer reencuentro siempre es "difícil", pero si además no quedaron bien apagadas las cenizas... es muy doloroso.

Tenía que llegar antes o después... ahora toca asimilarlo y seguir por tu camino.

Que nada ni nadie te quite el aire acumulado durante estos largos meses en tus pulmones, lo necesitas para gritar al mundo.

Besos.

P.D: Sucede que hoy (24) hace dos meses que descubrí tu mundo...

Pablo Martín Lozano | 18:02

Hola Encarni, gracias por tus tranquilizadoras palabras. Hay momentos en los que la situación te supera y no eres dueño de tus reacciones. Ayer fue uno de esos, una relación de no deber-querer que no resultó nada fácil de soportar.
Espero no desperdiciar aire de ese que ya llenaba mis pulmones. Todavía tengo mucho que gritar.

Un beso y, de nuevo, gracias.

PD: Sinceramente espero que estés otros dos siglos.

...................................... | 23:53

"Que nada ni nadie te quite el aire acumulado en tus pulmones, lo necesitas para gritar al mundo"... me encanto!!!!!... y es tan cierto... son estos los momentos... donde quizas quisieramos gritar porque?!!... que fue lo que paso con el amor, con las distancia, con el silencio y el adios?...
que... desantento el destino.. que nos eseño del desamor...

duelen esos encuentros... pero sin duda te llevan a uno mejor: el encuentro contigo mismo...

cuidate, un besito

Anónimo | 00:17

Dejo huella. me faltan horas, dias semanas

Anónimo | 02:44

sucede.. siempre te cruzas con alguien que se lleva de ti un suspiro.. o miles.. y los recuerdos vuelven a tu mente.. y tus sentidos vuelven a percibirlo todo..
.. es dificil seguir.. pero tan necesario.. el no dejarse caer..el solo guardarlo en tu mente..y quiza hacer de cuenta que nada paso..pero inevitablemente lo hizo.. sucedio..
y talvez luego de ese encuentro no eres el mismo.. y talvez hoy sabes algo mas.. sientes distinto.. solo hay que asimilarlo.. llenar de nuevo tus pulmones y despegar..

me encanto tu historia.. gracias por compartirla..

un beso..

..desde el otro lado del charco..

Pablo Martín Lozano | 03:40

Vicky: Gran verdad la de Encarni que viene a colación de un post anterior. Es cierto que me gustaría haber gritado POR QUÉ!!! pero no hubiese servido de mucho. En cualquier caso, como dices, lo mejor de todo es crecer luego adentrándote en tus propios sentimientos y sacar algo positivo: ese aire que llena mis pulmones.
Besos y gracias.

Yo Mismo: Últimamente todos andamos así: nos faltan horas, días...nos falta vida. Un abrazo.

Vane: Encantado de volver a leerte. Me alegro de que te gustara la historia; lástima que para que algo guste alguien tenga que pasarlo mal, pero siempre ha sido así. Uno aprende del sufrimiento y, puestos a sufrir, que sufra el prójimo y no yo. Desde la distancia también se aprende. Tienes toda la razón con lo de "tan necesario el no dejarse caer", porque en ese momento sientes que el suelo se abre y comienzas a descender, pero debes ser fuerte y continuar a la marcha, como hasta entonces; anteponerte a las adversidades.
Muchas gracias por seguir ahí...olvidando las distancias.
Un beso.

Anónimo | 04:02

no siempre es pasarla mal.. en esta vida de todo aprendemos..!
a veces lo dificil es sacarle el lado bueno..
he estado en esa situacion miles de veces.. y aprendi a que lo que quiere gritar todo nuestra humanidad no es "por que?" sino el "para que?"
porque la vida nos pone pruebas en el camino .. y es simplemente sacarle y ver el para que nos sucede.. aunq duele a veces.. y mucho..
hasta de las peores cosas uno saca enseñanzas..

yo estoy en esa etapa.. creciendo.. a mi manera.. con mis tiempos.. y es verdaderamente hermoso..

este mundo tiene un cierto grado de magia.. que nos deja "robar un beso" a esa persona que se cruza nuevamente en nuestras caminos..

Pablo Martín Lozano | 16:06

Hola Vane. Me gusta tu reflexión sobre el para qué, más que el por qué. Todo ocurre por una razón y con tu frase se recoge perfectamente esta idea. Para que exista vida, debe existir muerte. Dices que este mundo tiene un cierto grado de magia y yo pienso que todo en él es magia, sólo que a veces nos dedicamos a ocultarla y evitarla.
También yo estoy en esa etapa de conocerme, de crecer y sí, es increíblemente hermoso, como dices. Nos empeñamos en adquirir conocimientos de fuera sin antes escarbar en los que tenemos dentro de manera innata. Yo prefiero escarbar.
Un beso.