Se Fue Con La Lluvia

Se fue con la lluvia ya olvidada entre resbalones y tropiezos provocados por los charcos en su corazón y en las hojas que ocupaban su escritorio, debajo justo de sus ojos. Se fue y no se despidió, como tampoco lo hizo el sol en su última jornada laboral, sin avisar de su descanso, sin advertir de su retiro, de su tregua indefinida.

Se fue con el viento agitador de hojas y recuerdos, de sentimientos y de dudas que quedan despeinadas a su paso. Se fue y ni siquiera sabía adónde iba a llegar, empujada por la fuerza invisible de un aire removido con la furia de los infortunios, a merced de los cuales había quedado abocada por los bandazos incontrolables que azotaban sus noches de desvelo.

Se fue con los truenos y relámpagos deslumbrantes, como las palabras que leyó dañando sus ojos, rasgando sus pupilas con vocablos afilados. Se fue y no dijo por cuánto tiempo, de la misma manera en que el sentimiento del amor voló libre sin dejar escrita la fecha de regreso a un corazón deshabitado.

Y se volvió a marchar con la lluvia, madre renovadora e inhibidora de impurezas, con el paso uniforme de las gotas por mis manos y mi cara; unas manos que resbalan y no pueden apretar y una cara que fuerza el gesto incapaz de mantener la figura natural, ante el continuo patinar de migajas de cristal líquido. Una lluvia que relame la tristeza a su paso y se lleva tras de sí las partículas de un sentimiento roto que se desliza desde el pecho hasta los pies, para continuar su viaje hacia la nada movido por la corriente. Un aguacero de paz y sosiego, que si bien mojando y calando hondo, armoniza un alma turbada por el desasosiego de la atadura asfixiante y el silencio enmascarador.
Se fue, como se va el invierno: silencioso, amargo, solitario, olvidado...
Y es que Sucede Que Hoy la lluvia enjuagó lo embrutecido...

9 comentarios :

Anónimo | 11:37

A veces desagradable, otras inoportuna, pero muchas veces necesaria para arrastrar situaciones incómodas.

Cuando pase la tormenta seguro que el Sol hace que todos puedan comprenderlo y verlo igual que tú. A veces la lluvia no nos deja ver con claridad.

Un besote.

Anónimo | 16:28

Se fue con la lluvia, sí. Pero lo importante en la vida es quemar etapas. A cada moemnto su afán, cuando algo se va, porque es necesario o inebitable que se vaya, es importante asumir la ida y saber aceptar el vacío que deja.

Un abrazo, cuesta. pero es verdad: en la vida hay que quemar etapas.

Pablo Martín Lozano | 18:42

Encarni: Inoportuna, pero necesaria, como dices. Espero que cuando claree cambie la percepción de los que se niegan a ver la realidad.
Un beso.

Yo mismo: He asumido la idea, no ha hecho falta asumir el vacío, más que lo estrictamente necesario y, por necesidad, quemé la etapa por decisión propia. Nada que vaya a hacerme caer.
Un abrazo.

...................................... | 20:49

escribiste los otros días, que los sentimientos son universales...muy cierto... y mas leyendo tus palabras hoy... etapas... soltar el peso y seguir... "nada me hará caer" escribite... yo creo que si... que muchas cosas nos hacen caer... y lo importante es poder velantarse, poder mirar y ver un nuevo rumbo... caer y volver a empezar...

y volver a empezar sin heridas, sin cicatrices, es imposible… las heridas dejan marcas profundas en el alma… y en definitiva, son la prueba de haber vivido… de no haber pasado simplemente por aquí… son las testigos de haber vivido… Joaquín canta así “… En la posada del fracaso, donde no hay consuelo ni ascensor, el desamparo y la humedad comparten colchón…”...

sabes?... te lo digo yo...si hay finales hay comienzos…cada vez que empezamos, hemos finalizado algo… para que algo nazca… algo debe morir… quizás muchas partes nuestras han muerto ya, en este camino andado… porque, lo que hacemos no es lo que somos… porque los cambios mas profundos deben afrontarse con uno mismo; y todo sucede de una manera y no de otra, por razones inequívocas … porque no hay verdades absolutas …
Se trata, entonces… de luchar contra los paisajes del pasado, sin desconocer la espesura sentimental de su vegetación. La melancolía inteligente procura escapar al mismo tiempo de las ingenuidades y las traiciones, del dogmatismo paralizador y de las renuncias, porque lo que esta en juego son los sueños y el ajuste de cuentas entre risas y lagrimas...

todo pasa... y uno aprende...

besito...

Pablo Martín Lozano | 21:00

Hola Vicky. Claro que hay cosas que nos hacen caer y siempre las habrá. Verás que no pongo "Nada me hará caer", sino "Nada que vaya a hacerme caer", es distinto. Yo hablo de este caso en particular que, afortunadamente no deja heridas -ni siquiera ha habido tiempo- y, además, heridas ya hubo suficientes hace relativamente poco y ahora soy más reacio a que se produzcan. Llegará el día en que vuelvan, porque son inevitables, pero al menos ando más precavido.

Llevas razón en que lo importante es caer y levantar; el hombre, desgraciadamente, sólo aprende a través del sufrimiento y ya desde bien pequeños es la manera que utilizan para enseñarnos.

También estoy contigo en lo de que cuando nace algo, es porque otra cosa ha muerto, es un principio básico de la naturaleza, de la supervivencia, de la existencia.

Todo pasa y uno aprende, cuánta verdad en tus palabras.

Gracias.
Un beso.

...................................... | 21:10

asi es pablo... todo pasa... y aprendemos...
gracias a vos...

Anónimo | 22:12

¿Se puede saber que teapa ha sido? Cuando tengas un rato, el email crak. Un fuerte abrazo

Pablo Martín Lozano | 22:21

No entiendo lo que quieres decirme, en cualquier caso, si lo que preguntas es la causa de este post, ya sabes la respuesta...será lo que quieras pensar tú y todo aquel que lo lea. No me sacarás de ahí ;).
Un abrazo.

Anónimo | 22:23

No es mi intención. Gracias de todos modos y perdona. Pero ese email...Bueno ánimo, espro que mañana el post sea más primaveral. Un fuerte abrazo