Principio de Causalidad 2.0

A veces, cuando uno se detiene a observar y analizar todos los actos de su vida minuto a minuto, se da cuenta de que queda poco lugar para la casualidad, mientras que la causalidad gana terreno. Siempre se puede ir tirando del hilo hasta llegar al fondo de un problema, de una situación, de un encuentro aparentemente inesperado.

Hoy, sin embargo, mi mente quiere ir más allá. ¿Qué ocurriría si un día te dieses cuenta de que toda la gente que has ido conociendo a lo largo de tu vida, en realidad siempre ha estado allí pero nunca te fijaste en ella? Piensa por un momento que aquella chica o chico que conociste un día por sorpresa, durante todo el tiempo hubiese estado a escasos metros de ti sin reparar en que algún día significaría algo. O trasládate a cualquier viaje realizado, piensa con todo el mundo con el que te cruzaste de manera fugaz, o incluso hombro con hombro, y trata de convencerte de que nunca más supiste nada acerca de ellos. O ese encontronazo involuntario en el que parece que todo se alinea y permanece en armonía a la espera de que se produzca el momento. El problema de todo esto es que resulta muy complicado darse cuenta a tiempo.

Quisiera tener mi vida grabada segundo a segundo. Una visión subjetiva de lo que ha sido mi realidad desde el momento en que lancé mi primer grito de rebeldía al aire. Pasarme horas y horas frente a la proyección y observar que gente con la que una vez simplemente me crucé sin ni siquiera alzar la vista, hoy es alguien importante en mi día a día. Saber que todo tiene un principio y poder volver a él para descubrir la magia de la primera vez. Llegar a sentir que aquella persona con la que me choqué en una ciudad preciosa, el tiempo ha querido devolvérmela en forma de amistad. Que aquellos pasos que un día escuché pertenecían a la persona que ahora tengo delante. Que la conversación perdida provenía de una voz que hoy susurra a mis oídos.

Hoy quisiera pero no puedo más que resignarme a pensar que fue, que tal vez, que porqué no, que quién sabe, que y si, que sólo el viento conoce la respuesta.

Y es que Sucede Que Hoy me vi desde fuera...

2 comentarios :

Flσr | 22:37

y todas las personas increibles que perdemos por solo no hablarles? desaparecen, se pierden en la multitud. junto a ellas deshechamos miles de vivencias que hubiesemos podido vivir con ellas.

Flor.

Pablo Martín Lozano | 08:35

Ahí entra en juego el libre albedrío y el bonito juego de la duda. ¿Y si...? Lo complicado es transformar esa duda en hechos.
Dicen que más vale arrepentirse de algo que hiciste que de algo que nunca llegaste a hacer.
Saludos.