Recuerdos Fraccionados

Recuerdos Fraccionados

[...] Sólo fue un instante, una décima de segundo en que su mirada se cruzó con unos ojos alegres que acompañaban a una sonrisa encantadora, en un rostro que llamó su atención. Por un momento percibió el soplo de su esencia, un retrato impresionista con pinceladas sueltas de un gesto felino que le cautivó. No pudo detenerse. No estaba solo y todo fue muy precipitado. La escena se esfumó y la imagen se evaporó sin dejar rastro. [...]

[...] Entre mármol y terciopelo, grandes pinturas y espejos, escaleras señoriales y cierto olor a clasicismo, el destino quiso que se produjera el reencuentro sólo unos minutos después. Esta vez sí -se dijo-, al tiempo que encaminaba sus pasos hacia el lugar donde se encontraba ella. [...]

[...] Cruce de palabras; contacto de dos pieles imantadas; sonrisas esbozadas en el aire; miradas cargadas de sentido y algún que otro gesto intencionado. Como quien no sabe que está a punto de condenar y ser condenado, la noche forjó lazos. [...]

[...] A partir de entonces todo fue beso y pasión. Persecuciones eternas de la mano en busca de todo y nada. Silencios profundos que hablaban por sí mismos. Caricias perdidas en la inocencia de unas manos que palpaban con timidez. Canciones envolviendo el momento y perfumando la escena de ritmo y seducción. Reencuentro con sensaciones perdidas y la llamada incesante de un deseo irrefrenable que se desvanecía con el paso de las horas y el atisbo de una despedida indeseada, acaso sólo alimentado por la esperanza de continuidad en algún otro escenario teñido de calor y oscuridad. [...]

Y es que Sucede Que Hoy te recordé paso a paso...