Sueños Robados


Anoche te tuve entre mis brazos. Te acariciaba, sentía el calor de tu cuerpo, notaba el roce de tu piel, escuchaba el palpitar en tu pecho, me embriagaba con el perfume de tus besos, me divertía con los dedos enredados en tu pelo, percibía el amor emanando por tus poros, distinguía el leve susurro de tu voz, enloquecía con sólo tu presencia...
Fue de madrugada, entre sueños rotos y horas de placer inconsciente. Entre vivencias aun por vivir contigo, entre notas de una canción que nunca había escuchado.
Pero de la misma manera en la que el hombre se separa de la mano divina en La Creación de Adán, de Miguel Ángel, tu imagen se fue desvaneciendo mientras mi mano resbalaba por tu brazo sin poder retenerte. Te robaron de mi lado justo en el momento en que eras más real...
De nada servía apretar con fuerza los ojos o intentar perder la conciencia voluntariamente sabiendo que pronto despertaría sin apenas recordar tu rostro.

Y es que Sucede Que Hoy quisiera soñar despierto...

2 comentarios :

Joan Miquel Viadé | 20:05

Precisamente este fresco de la creación, exactamente el pedazo en que casi se unen ambdos dedos, ha sido uno de mis referentes artísticos más recurrentes... He trabajado sobre este cuadro, sobre esta escena, sobre este minúsculo pedazo tantas y tantas veces...

PArtímos un días desde la luz absoluta y nos pasamos la vida intentando volver hacia ella.

Pablo Martín Lozano | 20:17

Hola Joan Miquel. Me intriga saber en qué consistía tu trabajo con esta escena. Es una obra de arte, como todo lo que tocó Miguel Angel.
Un saludo.
Nos vemos pronto.