Sinsentidos Sentidos En Lo Más Profundo

Me contengo con la incertidumbre de si debo o no debo. Que si puedo ser visto o mi imagen sólo causa desconsuelo. Si es preciso este silencio o es el fruto de una espiral de la que salir sería tan sencillo que da miedo. Que si mi ausencia es positiva o sólo la consecuencia de un hasta nunca oculto detrás de un hasta dentro de un tiempo. Y ojalá todo fuese tan fácil como seguir a los sentimientos. Como detener el tiempo durante un instante y dejarte llevar por las indicaciones de tu pecho. Sensaciones incontrolables que resuelven el enigma sin tropiezos, pues es el conocimiento que viene de dentro el que viaja de la mano de la verdad y el acierto. Que no es cuestión de más sufrimiento. Que la mente en estos casos es traidora y sus dudas son palabras huecas y sin argumento. Que ser feliz no cuesta tanto ni es tan negro. Basta con fluir y dejar correr la sangre ardiendo. Con no frenar instintos y dejar volar un sentimiento. Y que las únicas barreras sean las de no llegar nunca al arrepentimiento, pero no las de no querer que todo suceda porque jugamos a ser esclavos del tiempo. Y ¿qué es el tiempo?. A veces una bonita forma de desperdiciar la vida, a veces un medicamento, pero nunca un impedimento. Y luchando en la batalla me mantengo; la de no saber si decir algo por si molesto, o cogerle de la mano y preguntarle ¿de verdad no sientes esto?. El problema es que me niego. Que no entiendo. Que si busco la respuesta, me pierdo. Que si hago oídos sordos, me desespero. Y fingiendo que transcurre se apiada de mí el silencio; ese que me impongo a pesar de querer gritar al viento. Y quisiera poder decir mucho más que todo esto. Pero tal vez no debo. Pero tal vez no puedo. O tal vez es que no me atrevo.

Y es que Sucede Que Hoy se suscitan tantas dudas...

3 comentarios :

Encarni | 12:45

Y es en esa situación en la que te tumbas en la cama en silencio, sin querer pensar en ello pero sin poder evitar que la incertidumbre y las dudas se apoderen de ti. De repente sientes que has perdido el rumbo, que ya no manejas tú el timón del barco sino que navegas a la deriva, hacia un destino que marca la otra persona. La impotencia de no poder hacer nada, porque a veces no se "debe", nos destruye poco a poco y ahogamos tantas palabras en lo más profundo de nuestra alma, como cuando bien dices, nos apetece gritarlo al viento.

La espera de respuestas no puede ser infita, o al menos no debe. Tal vez ahora esa persona no pueda dar la respuesta pero también es posible que luego nosotros no queramos escucharla porque todo debe hacerse en su debido momento.

Hoy me quedo con esta frase que me ha encantado "Que ser feliz no cuesta tanto ni es tan negro", yo la puse en práctica, por fin.

El texto es impresionante.

Y es que Sucede Que Hoy tengo la sensación de ver tu corazón bajo esas letras.

Un beso enorme.

Pablo Martín Lozano | 14:14

Hola Encarni, así es. Describes muy bien ese sentimiento, ese estado. Y aunque la espera de respuestas ciertamente no debe ser infinita, últimamente me asalta la duda de dónde se pone el límite. De en qué ha de cambiar algo en mí para decir "hasta aquí". De si esa espera llega algún día a perder sentido, porque no lo sé. Es cierto que tal vez luego nosotros no queramos escucharla porque llegue en el momento inoportuno. Se dice que nunca es tarde y yo me lo creo, pero tampoco se puede andar desaprovechando ocasiones.

Me alegro de que pudieras poner en práctica esa frase. Yo lo hago, a ratos, cuando me dejan. Y cuando no siempre trato de encontrar la manera de poder decir: "a pesar de todo...tengo esto otro que me hace feliz". Pero a veces es complicado.

El texto es un grito, un clamor, un suspiro volcado en letras.

Y es que Sucede Que Hoy yo tengo la sensación de que me has desnudado por dentro.

Otro beso enorme.

Pablo Martín Lozano | 01:16

Nunca pensé que fuera a utilizar los comentarios en este sentido, el inverso, pero una noticia me lleva a hacerlo.

Teresa, "anónima" hasta que desenmascaraste tu identidad, si lees esto, déjame un comentario. Basta con saber que sigues ahí; no leyéndome, sino ahí literalmente. Todo tiene explicación. Si nos ponemos en contacto te cuento. Y ojalá.

Un beso. Espero la respuesta.