Historia De Una Moleskine

Aquel tesoro en forma de cuaderno había recorrido tanto mundo que cada una de sus páginas desprendía el olor de un país. Páginas repletas de historias, dibujos, sensaciones, sentimientos, descripciones y notas que le habían sobrevenido en sus numerosos viajes. París, Amsterdam, Berlín, Praga, Viena, Roma, Florencia, Venecia, Londres... Grandes genios de todas las ramas artísticas contaban con una de ellas para plasmar sus esquemas, argumentos, ideas, bocetos o versos fugaces en las tardes de café. De Van Gogh a Picasso, de Hemingway a Chatwin o Sartre, durante siglos los más preciados cuadernos de los grandes artistas y pensadores siempre había tenido un mismo nombre: Moleskine. Y yo, ahora, armado con una de ellas, me dispongo a recorrer el mundo y continuar mi eterno viaje por tierras lejanas en las que respirar nuevos aires inspiradores de historias, de imágenes, de experiencias; sensaciones, vivencias...Y en la travesía me acompañará mi cuaderno de tapas de piel y hojas amarillentas, hasta que sus páginas se cubran con sinuosos ríos de tinta que den forma a mis pensamientos. Y en la primera página escribiré el nombre, pero no la dirección. Por si alguna vez se pierde y encuentra nuevo dueño, sepa a quien perteneció, pero no cómo hacérsela llegar. Porque el viaje de la cultura no tiene límite y compartirla puede ser un regalo. Y en ese momento sentiré que he perdido parte de mí. Que existe alguien en el mundo que es poseedor de lo más preciado de mi intimidad. Pero entonces entenderé que la aventura del cuaderno seguirá su curso sin mí y sus páginas seguirán cubriéndose de otras tintas hasta que el tiempo o el olvido acabe con ellas, o el destino haga que me reencuentre con ella un día, perdida en algún país.

Y es que Sucede Que Hoy me acordé de mi Moleskine...

2 comentarios :

Encarni | 23:44

Sonará egoísta pero... me encantaría ser la persona que la encontrara. Si la pierdes avisame, que me iré en busca del tesoro. El destino es caprichoso.

Un besote.

Pablo Martín Lozano | 23:47

Jeje, nada de egoísta, es encantador!
Gracias.

Besos.