Como Si Nunca Más...
La fina lluvia disfrazada a ratos en pequeños copos de nieve golpeaba el cristal de la pequeña librería parisina en la que me encontraba. Fuera, soportando el frío enfundadas en abrigos largos y bufandas, las parejas paseaban ajenas al devenir constante de lluvia; París se pasea mejor mojado. Entretanto, perdido entre montañas de libros apilados en las que lo mismo encontrabas un tratado de Cicerón que el último ejemplar del autor de moda, devoraba las contracubiertas en busca de algún título desconocido que me entretuviese en las frías noches navideñas. No buscaba nada en concreto; ni temática, ni autor, ni estilo. Había decidido dejarme llevar por la atracción de la sinopsis. Agotadas las columnas del principio de la tienda, caminé en dirección al fondo, al último rincón donde posiblemente se encontraban los volúmenes descatalogados; aquellos imposibles de colocar en un mercado cada vez más empujado por el apellido de best-seller. Allí, desordenados, un buen número de libros envueltos en una fina capa de polvo y aromatizados por el perfume añejo del papel desgastado, descansaban olvidados, lejos de los ojos de la gente. Rebusqué con esmero y entusiasmo en busca de alguna joya vintage cuando, de pronto, del interior de uno de aquellos tomos una hoja manuscrita resbaló hasta posarse suavemente en el suelo. Me agaché para recogerla y comencé a leerla.
"Desde hoy viviré cada segundo a tu lado como si fuera el último; como si nunca más fuera a existir otro momento, otro abrazo, otro beso; como si el regalo de haberte conocido caducara cada día al caer el sol y no supiera si al amanecer respirarías; como si en cada instante que paso contigo se me fuera consumiendo el tiempo en un reloj de arena. Y no seré yo quien te busque en las horas, quien persiga tus manos, quien conquiste tu tiempo. Y sin embargo sí seré el que te sueñe cada noche, el que suspire por tenerte y el que no sonría hasta no volver a verte. Te echaré de menos con el corazón mientras la razón me diga que, aunque duela, esto es lo mejor..."Y después de haber leído la pequeña cuartilla, la introduje de nuevo entre las hojas del libro del que se había desprendido y me lo llevé. El hecho de que hubiese llamado mi atención de aquella manera me hizo augurar que disfrutaría con su lectura.
Y es que Sucede Que Hoy ese libro tiene título y protagonistas...
4 comentarios :
No se el motivo, pero mientras lo leía recordé un poema de José Ángel Buesa, se titula "La Despedida"
Te digo adiós y acaso, te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No se si me quisiste...No se si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste y apasionado y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No se si te amé mucho...No se si te amé poco.
Pero si se que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero al quedarme solo; sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós y acaso en esta despedida
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
Creo que después de todo lo que tú dices, tengo poco que decir. Hay historias de las que mejor no ser protagonistas, ojalá fuera tan fácil como decirlo.
Un beso enorme.
Mil gracias por el precioso regalo que me has hecho, Encarni. No conocía el poema, pero me ha encantado. Es de esos que describe a la perfección estados en los que estamos o hemos estado alguna vez. De verdad, de corazón, GRACIAS.
Un beso enorme a ti también.
Sin palabras...
Marlene
Hola Marlene, muchas gracias por dejar tu huella, aunque no encuentres las palabras que expresar.
A veces no diciendo nada se está comunicando más que con un discurso.
Besos!
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