San Sebastián

Viajo al norte dispuesto a encontrarlo no tanto sobre los mapas, como sí en mi interior. Recuperarlo, volver a ser lo que la velocidad del tiempo me ha impedido en los últimos meses. San Sebastián me espera llena de publicidad y lluvia -parece que el único sol que veré será el del logotipo del Festival-, pero con los brazos abiertos dispuesta a convertirse en el retiro perfecto para pasar los próximos cuatro días. Desconexión, nuevas relaciones sociales, paraíso de silencio y soledad pretendida. Un respiro de aire puro a la orilla de La Concha. Una ciudad desconocida, en un ambiente que cada día empieza a serlo menos, rodeado de buenos trabajos y con el hada de la inspiración volando alrededor de mi cabeza. Apertura de mente y sentidos a través de un viaje físico de 600km y otro interno de muchos más. A la caza de la paz, del crecimiento. Recorrer lugares por los que mis pies todavía no han dejado huella e ir completando mi particular empeño por pisar todas las aceras posibles del planeta, en un viaje sin fronteras que me lleve de norte a sur, de este a oeste, de continente a continente. Continuo en mi empeño. Mañana será otro punto más a marcar con una chincheta en el mapa y eso es motivo suficiente para sentir satisfacción. Los caminos existen para ser recorridos. Dame mundo que yo lo devoro.

Y es que Sucede Que Hoy me marcho a San Sebastián...

8 comentarios :

Anónimo | 00:19

Ahora es San Sebastián, dentro de 2semanas y media es Cannes y dentro de 1 mes, lo más seguro que Londres. Lo tuyo es un no parar...
Aunque tengo que decirte que en Londres no tendrás mucho tiempo para tu paz interior, más que nada porque estaré yo ahí también para dar el coñazo (en el buen sentido)

Álvaro

Rumita | 07:08

que lindo despejarse!

que lindo desconectarse de todo y de todos.

ir a lugares deconocidos, eso si me pregunto donde queda san sebastian?


:$

Pablo Martín Lozano | 15:59

Hola A'lvaro! Muchas gracias por el comentario! Aqui' estoy, en EL SOL, en San Sebastia'n, y como dices no paro, jeje. Ni quiero tampoco. Mientras sigo este ritmo me demuestro que soy joven, que estoy lleno de vida y de ganas de experimentar y no desaprovechar oportunidades. Como la de Londres; dicho y hecho. Ya con muchas ganas. Va a estar genial. Dos meses mano a mano en aquella ciudad. Que tiemble, jaja. Se te olvida decir en el comentario que hace so'lo una semana estaba en Pari's, dos di'as despu'es de llegar estuve en Madrid, y al volver de Londres me espera Bruselas, jaja. Que' feliz estoy.

Un abrazo!

Pablo Martín Lozano | 16:01

Hola Despiole! Gracias! Es cierto...que' lindo despejarse y viajar a una ciudad desconocida con tu sombra como u'nica acompañante. Hay que experimentarlo todo. San Sebastia'n esta' en el norte de España, y por lo poco que me ha dado tiempo a ver te digo que es una ciudad muy bonita! Tan pronto esta's en la playa como te das media vuelta y se levanta una montaña verde frondosa.

Un beso!

Quetzal | 20:16

A veces hace falta eso del retiro...
buen viaje!!
un beso

Pablo Martín Lozano | 12:10

Gracias Quetzal! Viene muy muy bien. En mi vida son necesarios estos momentos de reflexi´´on y soledad!

Un beso y gracias.

Daniel Lozano | 22:07

Por fin después de varias semanas sin tener un ratito para asomarme a tu mini universo (qué contradicción), he vuelto a recuperar la lectura perdida y he vuelto a darme un capricho para la mente al recordar el reciente viaje a París, a través de tus posts.
Podría haber escrito en cualquiera de ellos, pero he visto más conveniente hacerlo en éste, por lo del 'retiro'. Hoy he recordado aquella conversación, respirando belleza en el parque de Luxemburgo y lo bueno que es poder compartir cosas así con alguien de confianza.
Muchas gracias y espero que hayas conseguido tu objetivo en Sanse...
Ya me contarás la experiencia. Un abrazo!

Pablo Martín Lozano | 22:20

Hola Dani!! Muchas gracias por el comentario e igualmente por aquella conversación.
La valoré muchísimo y es de esos momentos que recuerdo y recordaré como importantes y significativos del viaje. Sólo basta con mirar un poco más allá y darnos cuenta de que hay caminos diferentes pero en definitiva todos buscamos algo similar. Sólo hay que tender los puentes adecuados y eso hicimos en los Jardines de Luxemburgo bajo el sol parisino, pero también la noche de antes en aquella larga y profunda conversación a cuatro voces en el hotel. Otro gran momento.

Un abrazo, gracias por hacérmelo recordar y que sigan estas cosas ;)!