Ángel De Compañía

Y de pronto apareciste a mi lado, como un regalo anónimo que habría de llegar para calmar la sensación de soledad en aquella última fila del anfiteatro. Con el recital comenzado, las luces apagadas y casi todas las localidades ocupadas por gente que desconocía, mi idea de que iba a pasar las dos siguientes horas ocupando aquella solitaria silla de plástico en la parte más alta y olvidada del auditorio se confirmaba. No podía quejarme, al fin y al cabo había conseguido colarme y finalmente iba a tener la oportunidad de estar allí, después de todo el esfuerzo. No importaba estar alejado de quien me acompañaba, ni siquiera ocupar una silla endeble y coja aunque el resto de personas a mi alrededor estuviera cómodamente sentada en butacas de cuero acolchadas. La ocasión bien merecía aquel pequeño suplicio. Sin embargo lo que peor llevaba era lo de verme apartado del mundo, preso en una fila olvidada y desangelada. Sin posibilidad de contacto, sin compañía, sin aplausos cercanos. Sólo los míos resonaban con eco mientras escuchaba de lejos el sonido acompasado de tantas y tantas manos chocando al unísono. Pero de pronto apareciste. Fue como una visión, como si alguien hubiera estado escuchando mis quejas internas y te hubiese traído aquí, justo a mi lado, como la aparición de un ángel. Me sonreíste al acercarte a preguntarme si estaba ocupada la silla de mi lado y yo no pude sino devolverte aquella sonrisa diciéndote que no, que estaba libre, mientras en mi cabeza eran muchas más las palabras que se amontonaban. [...¿Ocupada? Es toda tuya. Estaba esperándote. Si supieras que te llevo imaginando un buen rato ocupando ese lugar...] Todavía sin desdibujar la dulce sonrisa de tu rostro volviste a hablarme: ¿Lleva mucho? ¿Llego muy tarde? Y de nuevo una respuesta real breve, pero otra prolongada que sólo tuvo lugar en mi mente. No, tranquila. Sólo lleva una canción. [...¿Tarde? ¿Tarde? Has llegado a salvarme de la soledad, no importa cuándo. Lo importante es que aquí estás a mi lado, regalándome el olor del perfume que desprende tu cuello. Quisiera atreverme a hablarte. Quisiera atreverme a besarte. Quisiera, pero no puedo...] Has llegado a tiempo -dije. Y entre canción y canción te miré disimulado y agradecí tu presencia y hasta el hecho de haber ocupado aquella última fila, más feliz incluso que de haber estado en la primera del patio de butacas.

Y es que Sucede Que Hoy recordé una aparición mágica...

5 comentarios :

Encarni | 00:26

Hola Pablo, a veces un simple desconocido puede provocarnos la mayor de las sonrisas, puede hacer que ese momento de soledad desaparezca, puede lograr que desaparezca ese agobio que nos invade y dejar espacio para la tranquilidad.

Si alguien puede conseguir todo eso ¿por qué seguir siendo dos extraños? Los grandes amigos los encuentras cuando y donde menos lo esperas.

Un beso.

Encarni | 00:27

Hola Pablo, a veces un simple desconocido puede provocarnos la mayor de las sonrisas, puede hacer que ese momento de soledad desaparezca, puede lograr que desaparezca ese agobio que nos invade y dejar espacio para la tranquilidad.

Si alguien puede conseguir todo eso ¿por qué seguir siendo dos extraños? Los grandes amigos los encuentras cuando y donde menos lo esperas.

Un beso.

Pablo Martín Lozano | 01:06

Hola Encarni! Muchas gracias por tus palabras. Así fue en este caso real, en una ciudad que no era la mía y en un contexto igualemnte extraño. Pero sucedió y una vez más la magia de una sonrisa fue suficiente.
Buena reflexión la del segundo párrafo. Qué fácil puede ser.

Un beso!

pequenia_vane | 18:08

HOLA MI AMIGO TANTO TIEMPO!... SENTARNOS SOLOS A OBSERVAR DESDE LA DISTANCIA LA MUCHEDUMBRE, QUEDARNOS SENTADOS MUY DENTRO NUESTRO, ALGUNAS VECES POR TEMOR, OTRAS SIMPLEMENTE POR COSTUMBRE, PERO SIEMPRE RESULTA IMPOSIBLE NO RECURRIR A UN OTRO PARA SOSTENERSE, EN UNA MIRADA, EN UNA SONRISA, EN UNA PALABRA...
LA IMPOSIBILIDAD DEL ACTO! "PIENSO AHI DONDE NO SOY Y SOY AHI DONDE NO PIENSO"... DICE LACAN, Y AHI DONDE NO PIENSO ACTUO, PERO EL ACTO SIEMPRE TRAE CONSECUENCIAS Y ES PARA EVITARLAS QUE SOLEMOS QUEDARNOS CON EL PENSAMIENTO, PENSAMIENTO RUMIENTE QUE CARCOME NUESTRAS CABEZAS Y DESDE AHI NOS SOSTENEMOS...

Pablo Martín Lozano | 18:30

Hola Pequeñavane! Cuánto tiempo, qué alegría volver a leerte aquí.
Tienes mucha razón en tu comentario y especialmente me ha gustado mucho la frase "PIENSO AHI DONDE NO SOY Y SOY AHI DONDE NO PIENSO". Ese tipo de sentencias me encantan, porque resumen en pocas palabras grandes verdades. Lo comparto.

Un beso y gracias!