Mirada Curiosa

En sus ojos grandes y rasgados del color de la tierra húmeda de las profundidades de la selva se intuía la curiosidad de un niño que descubre un mundo nuevo del que sólo tenía conocimiento a través del hilo telefónico cuando su madre, a miles de kilómetros y un vasto océano de distancia, le llamaba para decirle que estaba bien, que pronto volverían a verse. Después de largas y aburridas horas en un aparato que entendía más como una atracción de feria -como la que una vez al año llegaba en caravana a su pueblo- que como un medio de transporte, el pequeño aterrizó en una ciudad tan lejana de la suya que, a pesar de los intentos de la madre por situar el lugar, para él sólo había sido como un viaje en el tren de la bruja, pero sin globos de colores ni personas con máscaras. La emoción que sentía de estar viajando en un avión como los que a veces veía sobrevolando a lo lejos su poblado, unido a las ganas por conocer y ver al fin cómo sería aquel sitio del que mamá siempre decía que algún día le llevaría, habían conseguido que las casi doce horas de vuelo se sobrellevaran. Aunque no era consciente, en apenas media jornada su vida había dado un vuelco del que se daría cuenta conforme su ahora pequeño cuerpecito fuera ganando tamaño. A miles de kilómetros dejaba todo lo que había tenido hasta entonces para empezar de nuevo en un país al que la madre había llegado dos años atrás para ganarse una vida digna y plena. Una casi huida hacia el viejo mundo, el de las oportunidades, en busca de un sueldo que, pese a ser infinitamente más bajo del merecido, seguía siendo más de lo que tal vez habría ganado durante varios meses allá. Ahora, el pequeño viajaba por primera vez en tren, el que habría de llevarles hasta su nuevo hogar en un bloque de viviendas habitadas en su mayoría por gente como Julia y su hijo; personas a las que la vida comenzó tratando de manera injusta pero después de mucho esfuerzo y empeño consiguieron su oportunidad.

Y es que Sucede Que Hoy vi la curiosidad en sus ojos...

10 comentarios :

merx | 20:30

sucede que hoy te he agregado a mis favoritos
;P

Pablo Martín Lozano | 20:34

Hola Merx! Muchísimas gracias. Bienvenida entonces y espero que disfrutes leyendo entre los 400 relatos publicados.
Yo también me acabo de pasear por tu rincón.
He visto que en tu perfil pone que estás en Italia pero, ¿de dónde eres?

Saludos y espero que te dejes caer de vez en cuando.

Anónimo | 21:04

Hola corazon!!!

T acuerdas de mi?sabes quien soy?

he leido algunos de tus relatos y son muy bonitos!!!

Spero q estes muy bien y q continues escribien q me pasare más x aki!!!jajaj

muxos besos!!!!!

Pablo Martín Lozano | 21:09

Jajaja! Me acuerdo, me acuerdo de ti. Sobre todo por tu manera de comenzar el comentario. "Hola Corazón", jaja.
Me alegro de que te gusten, espero ver más comentarios tuyos por aquí, ahora que has encontrado la fórmula para que reconozca que son tuyos, jeje.

Un beso y encantado de conocerte!

Ananda | 21:32

¡ Que ejemplo de AMOR INCONDICIONAL!.... que supera todas las penurias personales por dar lo mejor a un pequeño ser que depende de ella..

Siempre hay una nueva Luz a nuestra espera dispuesta a que vayamos hacia ella...Ella se acercará un poquito, pero debemos ser nosotros los que hagamos esfuerzos por Elevarnos e ir hacia ella...


El Planeta Tierra es una Escuela peculiar, es como un curso de Colegio difícil, en el que hay que poner todo tu empeño y voluntad para aprobarlo..y a cada prueba aprobada hay su recompensa..Y luego vendrá otra prueba y otra y otra...

Nada es fácil para nadie y no se regala nada ....


Un futuro mejor hay que Soñarlo y Crearlo"...Nadie lo hará por nosotros...Sea lo difícil que sea...

¡ Luz para conseguir los sueños o por lo menos, caminar hacia ellos..!

Besos.

Luz Wilson.

Pablo Martín Lozano | 22:26

Hola Luz, gracias una vez por tus palabras!
De nuevo el aprendizaje de la vida como tema de fondo, de nuevo la superación personal, de nuevo el amor, aunque de otro tipo, de nuevo el futuro...

Mil maneras de demostrar que los sentimientos son los mismos y lo que cambian son las circunstancias y los receptores.

Un beso fuerte.

Anónimo | 05:11

Hola Pablo, este relato me ha perecido familiar. Suele suceder, por aquí muy a menudo.
un beso
Marlene

Pablo Martín Lozano | 12:07

Hola Marlene, cuánto tiempo. Me alegra volver a recibir un comentario tuyo.

Desgraciadamente es demasiado habitual con población de América Latina. Pero en general es una desgracia porque hablamos de personas que se ven obligadas a desplazarse y cambiar de vida, porque la que tienen no les mantendrá por mucho tiempo.

Un beso y gracias.

Encarni | 22:27

Esta es una parte de ti que echaba de menos hace tiempo, una mirada al mundo. Me ha encantado.

Mil besos.

Pablo Martín Lozano | 22:34

Hola Encarni, ayer volvió a tocarme de cerca y no pude resistirme a escribir sobre ello.

Me alegro de que te haya gustado.

Besos y gracias.