Dos Caminos Que Se Vuelven a Encontrar

Hay días en los que me planteo cómo hubiese sido mi vida de haber escogido otros caminos que en alguna ocasión se presentaron ante mí y rechacé. Y digo rechacé sin estar nada convencido de querer emplear esa palabra, porque cada día creo más en que uno sólo traspasa las puertas que escoge, sabiendo que todas ellas llevan al mismo destino final y en su elección sólo se pone en juego el camino hasta llegar a esa meta. La capacidad de elección siempre existe, pero dentro de una línea y un propósito fundamental marcado desde antes de nuestro nacimiento aunque, posiblemente, elegido ya desde entonces por lo eterno de nosotros mismos. Así que hoy me vino a la cabeza la pregunta de qué hubiese sido de mí, si finalmente hubiese cumplido mi deseo infantil de ser arqueólogo. Desde bien niño me apasionaba el hecho de poder encontrar restos de otras civilizaciones y culturas olvidadas varios metros por debajo de donde pisaba y hasta soñaba con ser famoso gracias a un descubrimiento de algo trascendental para la comprensión del universo. Recuerdo que me imaginaba vestido con mi bata blanca y armado con un pincel, dispuesto a desempolvar todo un antiguo poblado a partir de una roca diferente a las demás, encontrada por pura casualidad. Me veía viajando de un lugar a otro del planeta, siempre en busca del gran hallazgo, del gran misterio por revelar o del fósil de algún animal desconocido hasta entonces. Y mientras recordaba todo lo que me había llegado a emocionar aquella profesión, tuve una especie de visión trascendental y pude sentir por un momento la vida que hubiese tenido de haber seguido aquel deseo pueril. Y fue suficiente el recuerdo para edificar una historia en la que indudablemente tú tenías que aparecer. Así que tuve la clara visión de encontrarme lejos, muy lejos, tal vez en mitad de la selva amazónica, desenterrando las ruinas de un poblado próspero que había habitado aquellas tierras desde muchos siglos antes de nuestra era. Una civilización que vivía a medias entre el mundo terrenal y el divino, entre lo mundano y lo celestial, entre el polvo del suelo y la eternidad del cosmos. Allí limpiaba y limpiaba con mi pincel hasta que descubrí lo que parecía la esquina de una losa tallada a conciencia. Empleé las manos para retirar toda la tierra sobrante y llegar a descubrir toda aquella figura, que resultó estar dividida en viñetas con dibujos claros y extrañamente parecidos a los que yo solía hacer en aquellos años en los que quería ser arqueólogo. Había innumerables viñetas, algunas talladas y otras vacías. Las veinte primeras, descubrí que estaban protagonizadas por mí mismo, narrando mi vida recuadro tras recuadro, hasta llegar a los veinte años de edad. Después de la viñeta número veinte, se sucedían todavía muchos otros espacios pero sin tallar, eliminando la posibilidad de saber cómo continuaba mi vida, hasta que observé atónito, que tú volvías a aparecer en mitad de la nada, perdida en una de las representaciones posteriores, cogida de mi mano y sonriente. En aquel preciso instante envolví la tabla en una tela blanca y la llevé conmigo sin querer mirar la cantidad de espacios vacíos que separaban la última viñeta de aquella en la que de repente aparecíamos los dos de nuevo. La llevé a casa, abrí el armario de la buhardilla y la dejé suavemente al fondo. Con aquella tabla entendí que no importaba cuánto tiempo debía transcurrir hasta tu regreso, pues estaba escrito que nuestros caminos se volverían a encontrar en algún punto de nuestras vidas.

Y es que Sucede Que Hoy jugué a ser el arqueólogo que siempre quise ser...

12 comentarios :

Anónimo | 11:21

Hola Pablo. Tú en este post deseando que vuestros caminos se vuelvan a cruzar y yo deseo con todas mis fuerzas no tener que cruzarme jamás con él, pero por desgracia sucederá en breve.

Dia a dia leo tus post y compruebo la inmensidad de ese amor que sentiste (o sientes) por ella. Me parece sencillamente tan lindo...

Puede que vuestros caminos vuelvan a cruzarse, pero mientras haz que los recuadros que quedan se llenen de momentos inolvidables, vive intensamente cada instante.

No se si nos hemos perdido un gran arqueólogo, pero de lo que no tengo dudas es que si te hubieras dedicado a ello nos hubiéramos perdido un GRAN ESCRITOR.

Es increible como me haces sentir cada vez que leo algo tuyo. Cuando pienso en tu blog lo veo como un cielo lleno de estrellas, porque está lleno de cosas muy bellas con forma de letras.

Besos!

Pablo Martín Lozano | 16:10

Hola Encarni. Es cierto que yo deseo ese reencuentro, aunque tal vez no sea más que un deseo inalcanzable, no tanto porque no vaya a ocurrir, sino porque viene dado por una especie de astucia mental que me empuja a seguir viviendo y sobre todo escribiendo. La inmensidad que compruebas es totalmente verdadera y tal vez tengas que hacer más caso a lo que pones entre paréntesis. En cualquier caso, sigo tallando esos recuadros en blanco con momentos inolvidables y lecciones aprendidas en todo este tiempo. Gracias por hacerme ver que no escogí el camino malo y gracias también por relacionar mi blog con un cielo lleno de estrellas.

Un beso.

Rosa | 16:57

Llevo dias dando vueltas a esa idea, la maravillosa idea de que nuestros caminos se vuelvan a encontrar,y hoy al abrir tu blog encuentro aqui mis sentimientos tan bien descritos como lo sabes hacer siempre, no sabes como me identifico contigo, como comprendo esa inmensidad en tus sentimientos, pues es la que cada dia me sobrepasa a mi y me derrumba. Tengo una amiga que dice creer en el destino, dice que si mi destino es terminar con esa persona, terminare con el, pase lo que pase, y ese es mi mayor sueño, que sea cierto, que podamos superarlo todo y volvernos a cruzar. Como tu dices, mientras tanto sigo creciendo, empujada a seguir viviendo, viviendo con la esperanza de que lo que vivo es un camino mas, un camino que terminara en un lugar mejor, y tal vez con esa persona a mi lado, o no. Puede que yo me equivocase de camino, pero me gusta pensar que no, que es necesario cruzar este puente para llegar al lugar tan deseado.
No se como agradecerte este post, todas las palabras que se me ocurren me saben a poco. Para mi ha llegado en el momento perfecto, cuando mas lo necesitaba, ha sido un pequeño milagro, o un giro del destino, o una señal divina para contradecir mi falta absoluta de fe. Ha sido la rafaga de aire limpio y purificador que mi corazon ansiaba en estos dias y que pensaba que nunca iba a llegar. Como me dijeron una vez, puedes pensar que esto ha pasado por algun motivo, o que es simple casualidad, yo prefiero pensar que todo ocurre por algun motivo.
Gracias Pablo, no imaginas la falta que me hacia verme una vez mas reflejada en tus palabras.
Espero que nunca dejes de escribir, porque leerte resulta magico.

Pablo Martín Lozano | 17:20

Hola Rosa, no sabes la alegría que me da saber que este post te llega en el momento adecuado. Cada día me resulta más extraño, pero con cada artículo hay alguien que me lo agradece de manera especial porque estaba esperando leer algo así que le diera el empujón final para actuar. Sois vosotros los que le dáis magnitud a mis palabras y por eso os estaré siempre agradecidos. Dices que no deje de escribir y, sinceramente, creo que me resultará imposible dejar de hacerlo mientras tenga un sólo comentario como este tuyo que me llene de gozo y me haga sentir que lo que escribo trasciende las cuatro paredes de mi habitación. Yo soy de la opinión de esa amiga tuya de la que hablas, todo sucede por algo y aunque en ocasiones parece que nos desviamos del camino, tal vez sólo estamos cogiendo el atajo para llegar al mismo punto. Espero que te vaya muy bien en todo el recorrido que te falte y, créeme, por muchos obstáculos que encuentres en él, nunca olvides que siempre hay un propósito grande en tu vida por el que debes luchar.

Un beso y gracias.

Lunettas | 18:38

Con el tiempo he aprendido que... Nunca es tarde para nada, que suficiente no es suficiente, y que todo ocurre para bien...

Espero te sirva de algo...

P.s Quizás tu no lo seas (reitero no estas tarde en lo absoluto), pero nosotras refiriéndome a todas las que leemos tus post, si nos convertimos diariamente en arqueólogas de tu poesía, donde sutilmente nos muestras tu historia día a día.

Besos

Lunettas *_~

...................................... | 18:38

pablito... hoy, quisiera en este breve espacio de tiempo que se encuentran tus ojos y los mios en estas lineas...empezar diciendote que aprendi que el HUBIERA no existe en la realidad"... pero esta inmensamente hecho de imaginacion y palabras... de elecciones...

Elecciones de eso se trata. La vida. Ser. Hacer.

Elecciones, decisiones de uno mismo que nos llevan de aquí para allá; que nos delinean, nos hacen definitivamente quien somos. Que estudiar, que trabajo, que comprar, donde vivir… acaso fueran las mas importantes, las que marcaran el futuro. A mi me gustan las pequeñas, las de todos los días, las chiquitas, las que parecen insignificantes. Las que por momentos, ni nos damos cuenta que elegimos, o cuando no elegimos y al revés. Las alecciones son suceden constantemente, a cada minuto, con nuestra respiración; ¿acaso pensamos al momento de cada inhalación y cada exhalación como penetran en nuestro organismo las diversas partículas de oxigeno?, no lo pensamos, el fenómeno de oxigenación se produce naturalmente, casi inconcientemente estamos eligiendo respirar cada instante y casi sin nos damos cuenta... Elegimos vivir...

que "hubiera" pasado si?... si.....? si acaso?... si tal vez??... quizas no pisaría este suelo ajeno al mío, ni estaría escribiendo un libro, ni un blog, ni leyendote, ni encontrandonos... si hubieras sido.... no SERIAMOS...

si algo sucede hoy... justamente.... HOY... y ahi es donde se produce el encuentro... y la resporación... se hace conciente... y hasta se puede tocar....

besito!!!!

...................................... | 19:33

se me olvido...no, en realidad me quede pesando... (esa es la cualidad de las palabras... la retorica del tiempo)... que quizas... uno sea muchos dentro de uno mismo... quizas, seas un arqueologo, que busca y busca en las profundidades del alma de los que leemos, escribimos y creemos en poder trascender mas alla del tiempo y el espacio... y quizas algún día, en lagún tiempo... n elgún lugar que no recuerdo...un niño explorador encuentre perdidos los textos de una antigua civilizacion que termino por destruirse a si misma... y lea la palabra "amor"...


pablo, somos lo que queremos ser... lo que elejimos...

un besito!

Pablo Martín Lozano | 19:49

Lunettas: Qué bonito eso de "arqueólogas de tus palabras" y, de alguna manera tenéis razón, pues al leer escarbáis un poquito más cada día en mis sentimientos, en mi alma, en mi corazón y poco a poco desentrañáis sus realidades. Todo ocurre para bien, yo también lo creo y por supuesto que me sirve todo lo que me has dicho. Muchas gracias y un beso fuerte.

Vicky: "Si hubieras sido no serías", de nuevo una gran verdad en tus palabras. En cualquier caso, el ejercicio de pensar en esos "y si..." a veces puede resultar bonito -por no hablar de ser fuente clara de inspiración-. Imaginar otros mundos, otras circunstancias, otro yo...Me ha encantado la manera en la que has descrito cómo escogemos silenciosamente la opción de vivir. Por cierto, dices que te encuentras escribiendo un libro y, quiero que sepas, que me encantaría tener un ejemplar cuando esté listo. Somos lo que queremos ser, lo que elegimos, es cierto, y a eso me refiero con las primeras líneas del post.

Tal vez nosotros mismos seamos arqueólogos en busca de ese amor perdido mucho tiempo atrás.

Besos y gracias :)

Anónimo | 23:01

Hola


Pablo me identifico con tu escrito como siempre...
Comienzo a considerarte mi alma gemela.


Gracias por compartirnos siempre tus sentimientos...son hermosos...


besos
Caro

Pablo Martín Lozano | 03:59

Hola Carolina, gracias por el comentario. Me alegra que te identifiques, aunque en el fondo deje un sabor amargo este post.
Las almas se van reencontrando poco a poco.

Besos.

Anónimo | 15:20

Lo bueno de este misterioso universo, es que en algún mundo paralelo a este hicimos todo aquello que 'rechazamos' hacer. Una parte nuestra ya lo vivió, o lo está viviendo por eso existe en nuestra mente. Y la magia de lo bello, que todos obviamos por miedo, es la que hace que todo pueda ser, ahora.

Como siempre, tus letras, son un suspiro para el alma...

Besos desde muy lejos...

Pablo Martín Lozano | 17:56

Hola Michele, si mis letras son un suspiro para el alma, las tuyas son regalos para el espíritu. Qué interesante lo que dices en este comentario. Supongo que todavía estoy en el camino de llegar a decir si es o no cierto, pero al menos resulta increíblemente hermoso.

Gracias por compartirlo.
Besos igual de lejanos, aunque cercanos.