Tómate un Respiro...

Tómate un Respiro...

19:15 de la tarde y los débiles rayos de sol que hasta hace bien poco penetraban a través de mi ventana comienzan a desistir en su labor. El viento, sin embargo, me saluda a cada instante con un silbido sólo interrumpido por el ladrido de algún perro cercano a mi habitación.

Yo, entretanto, paso las horas frente a un cuadernillo de apuntes que no hace más que hablarme de ventas, dinero, persuasión, economía, técnicas publicitarias...En fin, contaminando culturalmente todo lo que durante los días de Congreso (al menos la parte buena de cada día del Congreso) he ido almacenando en mi cabeza. Y digo la parte buena de cada día del Congreso porque en él, también hubo mucho de eso precisamente; ventas, dinero, persuasión, economía, técnicas publicitarias...Sobre todo por parte de aquellos que se empeñan en seguir viendo el Periodismo como un producto más del que sacar dinero a la sociedad, de la misma manera del que se dedica a extraer sangre a un paciente.

Perdónenme señores gurús del mercado de la comunicación. Mi ingenua mente de estudiante de segundo de carrera me impide ver únicamente ese lado del Periodismo. Me niego a perder el sentimiento de que esta profesión para la que me estoy preparando es algo más que justamente eso, una profesión.
Me niego a dejar de pensar que detrás de ella hay un sentimiento, una responsabilidad, un afán por la búsqueda de la verdad, una entrega, una vocación, en definitiva...un estilo de vida.


Soy totalmente consciente de que los medios son en su mayoría empresas privadas que necesitan obtener beneficios para su subsistencia, pero, ¿qué ocurre con la vertiente humana de todo esto?. Precisamente puede que todo el error y la crisis de la que tantos ponentes hablaron en sus respectivos turnos, (la razón de ser de un Congreso sobre nuevo Periodismo) sea fruto de esa falta de humanidad dentro de esta profesión que, cada día más, se desvirtúa hacia lo meramente económico.

No pretendo convertirme en gurú, como antes acusaba o elogiaba a algunos, pero alguien que cree en las personas; en el trabajo entendido como una búsqueda de la realización como ser humano cada noche al llegar a casa (creo que en dicha profesión esto ocurrirá a altas horas de la madrugada si el destino me tiene algo bueno preparado), no puede dejarse vencer por el discurso, monótono discurso, de algunos que se dedican a quitar la ilusión a las nuevas generaciones como única vía de tenerlos atemorizados bajo su poder y extender al máximo su ciclo de vida profesional, ¿o tal vez ciclo económico?.

En fin, 19:38 de la tarde y la realidad vuelve a llenar mis pensamientos. Mañana por la mañana me tocará aplaudir y hacer creer al profesor, que el lado económico de este mundillo es apasasionante.

...Y es que Sucede que Hoy necesité tomarme un respiro...