Tan Solo Una Llamada

Apenas el día empezaba a asomarse por el horizonte de una mañana fría y húmeda cuando el teléfono comenzó a sonar. El sonido poco a poco penetró en su sueño, alterado minutos atrás por el aviso del despertador, hasta que traspasó la línea de su consciencia y lo identificó entre los demás ruidos de coches y pájaros madrugadores que entraban por su ventana entreabierta. Fueron suficientes un par de segundos para reconocer aquella melodía y adivinar quién estaría al otro lado de la línea a aquella hora en la que la ciudad comenzaba a despertar entre rocío y primeros atascos. Carraspeó para aligerar su garganta todavía atrofiada por el sueño interrumpido de aquella noche y trató de endurecer su tono para dotar de un cuerpo a su voz del que carecía de buena mañana. Al fin las respuestas llegarían y no importaban ya las horas que habían tenido que transcurrir para que se produjera aquel instante. Ni las veces en las que miró durante la noche la pantalla de su teléfono móvil en busca de un rastro de llamada que nunca encontró. ¿Hola? -dijo disimulando su perturbación producida por el paso brusco del sueño a la vigilia. Y entonces se escuchó una voz femenina, dulce y teñida de deseos de conversación, a pesar de que los relojes todavía no marcaban las siete. Y como si todo el tiempo perdido entre las sábanas la noche de la que se acababa de despedir se diluyera al escuchar aquella voz, de nuevo respiró y sintió que el aire que ahora penetraba en su cuerpo ya no quemaba como el que ayer le asfixiaba entre aquellas mismas cuatro paredes de su habitación. Y sonrió.

Y es que Sucede Que Hoy empezó con buen pie el día...

2 comentarios :

Lamas | 09:46

Me encanta la descripción que has hecho de la mañana y el despertar, parece que hasta notaba la brisilla...jijijij. Felicidades!!
Un saludo!!

Pablo Martín Lozano | 14:55

Hola Lamas y gracias en primer lugar.
Describir casi de manera plástica es algo que me encanta hacer y aplicar a mis textos, sin sobrecargas, pero dando la suficiente información como para que quien lo lea sea capaz de recrearse la escena en su cabeza, casi como si estuviera viéndolo en una pantalla de cine.
Así que me alegro mucho de que, al menos contigo, lo haya conseguido.

Un beso y nuevamente gracias.