Latidos Profundos

Como si al cerrar los ojos se me abrieran las puertas de un universo nuevo repleto de paz y sosiego. Unas escaleras de mármol frío descienden hasta los sótanos de mi consciencia que poco a poco va sintiendo como se le apaga la luz. Desciendo peldaño a peldaño y en el camino siento como mis músculos se van relajando hasta dejar caer su peso muerto sobre las sábanas templadas de mi cama. La respiración poco a poco se acompasa con el leve sonido del agua fluyendo que creen escuchar mis oídos mientras realizo el descenso. Voy cayendo en los dominios del sueño hasta rendirme de una vigilia insostenible ante tanto silencio. Inspiro. Espiro. Inspiro. Espiro. Olvido la lucidez y las imágenes comienzan a entremezclarse dibujando formas cubistas de ángulos imposibles. Un estado de profunda calma va inundando cada rincón de mi cuerpo como el agua derramada de un vaso que sigue llenándose. Respiro aires de paz mientras los sueños se siguen sucediendo a una velocidad de vértigo. Tú, yo, aviones, besos, ciudades, abrazos, sonrisas.... Todo está estrechamente desenlazado en una desunión conexa. Todo a mi alrededor se encuentra en un estado de absoluta quietud. Creo estar muerto, y sin embargo todavía escucho latir mi corazón. Pum, pum. Pum, pum. Y cada vez más fuerte. Y más. Y más. Hasta que se para. Entonces despierto y veo cómo te das la vuelta entre mis sábanas y dejas caer tu mano sobre mi pecho. Siento tu tacto. Y vuelvo. Pum, pum. Pum, pum.

Y es que Sucede Que Hoy latí profundo, dormí profundo...

2 comentarios :

Lamas | 18:19

Vuelve la inspiración.... bienvenida sea.
Un saludo!!

Pablo Martín Lozano | 22:43

Hola Lamas. Muchas gracias por tus palabras. Mañana piso tu Madrid durante un buen rato...y después de vuelta a casa. Quién sabe si sus calles me inspirarán alguna historia.

Saludos.

PD: Vaya último post el tuyo. Directo.