Con Sólo Mirarte

Disparo palabras que rebotan contra las paredes inmunes de unos tímpanos negados. Siento la desesperación de quien pretende explicar a un ciego los colores del arco iris. Los ojos salen de sus órbitas atónitos ante lo que están leyendo, incapaces de creer que algo así pueda estar sucediendo. ¿Cómo decirte que...?¿Qué hacer para lograr que salgas de ahí y vuelvas a la realidad sin el velo de la duda? Las palabras se amontonan a las puertas de los labios que permanecen abiertos en un gesto de incredulidad. Sudores fríos recorren mi cuerpo y un ligero temblor en las manos denota mi nerviosismo; la situación empieza a superarme. Por momentos creo estar en la típica escena de ¿cable rojo o cable azul? El problema es que cuando me decido a cortar uno, de pronto desaparece porque la situación si no es demasiado fácil. Ya no sé si estoy soñando; todo parece tan insultantemente real y al mismo tiempo poco creíble. Es como querer negociar un sentimiento. Estar dándolo todo para que, de pronto, un soplo de elucubración se atreva a llevarse por delante la confianza preestablecida. Suerte que existen las miradas, espejos insobornables de las verdades del alma. Esperaré a tenerte enfrente para convencerte de mi inocencia con sólo mirarte...

No fue hasta que terminó de leer el manuscrito que se dio cuenta de que la angustia que gritaban aquellas palabras había traspasado sus pupilas y en su interior la fatiga era ahora asfixiante. Miró a su alrededor y cayó en la cuenta de que llevaba varios minutos absorto en aquella carta desesperada, escrita en una libreta que un desconocido había extraviado o tal vez se habría desprendido de ella en aquel lugar y él, ahora, había encontrado. ¿Pero quién? Su curiosidad, unida a su espíritu de narrador y creador de historias, le hizo caer en la cuenta; acababa de encontrar argumento para su nueva novela.

Y es que Sucede Que Hoy volví a los giros...

6 comentarios :

Quetzal | 06:49

Sucede que hoy me pasa lo que escribiste

Encarni | 15:50

"Suerte que existen las miradas, espejos insobornables de las verdades del alma. Esperaré a tenerte enfrente para convencerte de mi inocencia con sólo mirarte..."

Es lo más bonito que he leido en mucho tiempo. Por unos instantes me has hecho sentir la angustia que describen tus palabras.

GRACIAS por volver.

Besos.

Pablo Martín Lozano | 19:10

Hola Quetzal! Sucede que hoy me reencuentro con ese fantástico sentimiento de levantarme a la mañana siguiente de haber escrito algo y ver que alguien a miles de kilómetros se siente identificado con mis letras e incluso dice haberle ocurrido lo mismo justo en ese instante. Magia.

Gracias por compartirlo comentando aquí y espero que todo te vaya bien.

Un beso.

Pablo Martín Lozano | 19:12

Hola Encarni! Muchísimas gracias por lo que dices sobre esa sentencia que dejé caer hacia el final del texto; estoy conencido de ella, creo firmemente que es así, los ojos jamás pueden mentir por más que las palabras traten de hacerlo.
Si de verdad te he hecho sentir esa angustia me doy por satisfecho, porque es lo que pretendía con este relato.

Un beso y gracias a ti por seguir!

ARMACHÍ | 21:34

Esta claro que eres consciente de la electricidad de tus palabras, de la unión explosiva de los dos cables (el azul y el rojo) de tu sueño....
Pero Pablo, ¿A que te dedicas, aparte de emocionarnos? porque, ¿podemos pensar en un libro para compartir con la almohada?
De verdad, me sorprende mucho el especial manejo que haces de las palabras, las tocas y les das vida; escribes un garabato y se convierte en vibrante color; deslizas tu pluma...Y la emoción recorre las vias rojas de nuestro frio corazón.
Es cierto que el espejo no miente, pero, además, me gusta ver lo que hay detrás....

Pablo Martín Lozano | 01:45

Hola Armachí, gracias por tu "inspirador" comentario. Me dedico principalmente a estudiar. Lo del libro es todavía un "ojalá", aunque espero que llegue y lo haga en un plazo relativamente corto de tiempo. Es un sueño que quiero cumplir pronto.
Muchas gracias de corazón, por todo lo que dices de mi "especial manejo de las palabras".
Espero que el día que el sueño se transforme en realidad, tú seas uno de los que puedan irse a la cama con un ejemplar.

Un abrazo.