Trazando El Futuro

La luz del flexo continuaba encendida calentando el montón de folios que descansaban desordenados por debajo de él. El aroma que desprendía el humo de la vela todavía encendida llenaba la estancia de un olor afrutado que daba gusto respirar. El bolígrafo destapado permanecía inmóvil junto al vaso de agua medio lleno que había calmado la sed -y la angustia en más de una ocasión- durante las últimas horas, mientras el proyecto de empresa tomaba forma sobre el papel. De lejos, el sonido de la ciudad dormida se colaba por la ventana entreabierta que hacía bailar a las cortinas con un movimiento suave. Y frente a la mesa de cristal del salón que por aquella noche habían empleado de escritorio, los cuerpos derrotados por el cansancio yacían dormidos el uno sobre el otro en el sofá. Minutos antes, en sus ojos brillaba la emoción de quienes se saben emprendedores y comienzan a trazar las líneas de lo que será su gran salto al vacío; denominación, secciones, cargos, servicios a ofrecer, sede, personal necesario y candidatos, metas, planes, estrategias, forma de comunicar, gestión y dirección... Todo debía estar perfectamente delimitado y detallado para que en el momento de echar a rodar no se diera la posibilidad de un desliz. Había tanta ilusión en el proyecto y tanta capacidad para explotar en ellos... Y aunque el sueño les había vencido en aquella hora de la madrugada, pronto volverían a lo suyo con la energía renovada y alguna idea brillante de esas que sólo llegan cuando el cerebro desconecta. Pero ahora dormían y mientras lo hacían inconscientemente trazaban su futuro y entretejían sus vidas.

Y es que Sucede Que Hoy pensé en ese día...

2 comentarios :

Anónimo | 22:14

grandes textos como siempre
un saludo.

Pablo Martín Lozano | 22:17

Muchas gracias "olvidandoquetequieroolvidar", contento de que gusten.

Saludos.