Tu risa de madrugada


Y de pronto, en mitad de la noche, suspiras como dejando salir de tu boca el último hilo de sueño profundo. Como si la madrugada escapara de tu pecho atravesando el interior de tu cuerpo hasta dejarse caer por el filo de tus labios. Y sonríes mientras te vas girando envuelta entre las sábanas que a ratos estorban y a ratos buscas con fervor. Entonces dejas escapar una carcajada dulce a media voz, como si en la inconsciencia del sueño que se aleja volvieras a sentir que apenas a unos centímetros me encuentro yo observándote respirar. Y en ese momento tu brazo me busca y tus pies escalan los míos en un baile milimétricamente ejecutado que nos devuelve al estado de conexión original, piel con piel, abrazados a la la luz de la luna. Tu cara, teñida de paz, mantiene una sonrisa sostenida mientras poco a poco tu respiración se va acompasando de nuevo hasta alcanzar el ritmo profundo y sosegado que te devuelve a lo más profundo de tu subconsciente. Y es entonces cuando siento que ha llegado el momento de cerrar los ojos, sabiendo que eres tú. Sabiendo que sigues feliz al lado. Sabiendo que una noche más, tu risa de madrugada revela que todo sigue igual, que en unas horas tu susurro, tus caricias y tus besos volverán a ser la esencia del mejor despertar.

Y es que Sucede Que Hoy fue una de esas noches...

6 comentarios :

Anónimo | 23:30

que alegría!!! nunca pierdo la esperanza de volver a encontrar una nueva entrada. un saludo Pablo

Pablo M. Lozano | 01:12

Hola, "Anónimo".
Muchas gracias por tus palabras. Me alegra saber que quedan lectores fieles, a pesar de que últimamente no puedo actualizar tan a menudo.
Saludos y gracias!

MMG | 00:22

Hermosa imagen!
Ya quiero tener una sonrisa en la madrugada y que alguien me mire al tenerla...

Pablo M. Lozano | 07:56

Hola, Mgm. Gracias por tus palabras. Seguro que llega el día en que alguien admire tu sonrisa cada mañana.
Saludos.

Anónimo | 21:40

Qué pena cuando todo eso termina y sólo quedan camas anchas y sábanas frías...

Pablo M. Lozano | 12:20

Gracias por tu comentario, I.
Ciertamente triste cuando el frío de las sábanas llega y la mitad de la cama queda sin deshacer.
Saludos.