Un Loco Enamorado
Brillaba un sol de primavera espléndido mientras el traqueteo del viejo tren me zambullía en una ensoñación aplomada que se cebaba con descaro sobre mis párpados. Afuera, el polen pululaba a su aire revistiendo de polvo y estornudos las calles de las ciudades por las que pasaba. Y mientras el sonido de las voces de tantos y tantos desconocidos que compartían vagón conmigo me interrumpía el sueño, la imagen de tu rostro se dibujaba en mi frente entre la vigilia y la inconsciencia de una mente sin dueño. La cabeza se balanceaba de lado a lado con una sonrisa dibujada en los labios y los ojos aún cerrados. Un loco, pensarían todos. Un enamorado, repetía mi voz en cambio. Y es que te quiero. Te quiero mientras vuelo, camino o viajo en metro. Te quiero mientras hablo, te quiero mientras callo, te quiero mientras sueño. Te llevo conmigo siempre aunque no estés a mi lado. Y te pienso a cada instante. Y te vivo con deseo. Y te quiero entre recuerdos. Te quiero igual sin prisas que sin tiempo; si lloro o estoy contento. Te quiero. Simplemente te quiero. Profundamente te quiero. Justa y decididamente te quiero. Y no importa si estoy loco o estoy cuerdo. Te Quiero.
Y es que Sucede Que Hoy te recordé en el metro...