La Hoja Que Quiso Ser Libre
Y en aquella hora de la tarde la hoja decidió dejar atrás sus miedos y saltó al vacío del aire de la ciudad, desprendiéndose de la rama que le había visto nacer. Sintió cómo el viento rozaba su piel reseca y agrietada de color marrón y creyó que acababa de probar el sabor de la libertad. Voló entre algodones mecida por el vaivén del revuelo levantado por el tráfico de aquellas horas y respiró satisfecha con la seguridad de haber tomado la decisión correcta. Durante su breve pero intenso trayecto hasta el suelo recordó sus días allá en lo alto, aferrada a la vida que ahora poco a poco veía alejarse cada vez más y más mientras las que habían sido sus compañeras ya lloraban su pérdida. No lloréis -pensaba ella inconsciente de su fatal e inminente desenlace. No lloréis porque sólo he querido experimentar la sensación de navegar libre por el aire frío de este diciembre atípico. Y sin tiempo de mirar atrás, su cuerpo lánguido fue cayendo lentamente dibujando eses en el aire hasta chocar contra el parabrisas delantero de mi coche parado en un semáforo. Escuché el quejido de su voz rota al impactar contra el cristal y seguí con la mirada su descenso parsimonioso hasta perderse por la parte delantera y caer al asfalto. Pereció. Lo sé porque su llanto quebrado no dejaba lugar a dudas. Pero en lo que duró su viaje, aquella hoja intrépida experimentó lo que siempre había soñado: volar, aunque para ello muriera en el intento.
Y es que Sucede Que Hoy una hoja se posó en mi parabrisas...
2 comentarios :
Qué grande!! Me ha sucedido algo curioso mientras leia... Era como si leyese en espiral!! como si el texto cayese igual que la hoja dando vueltas. Un efecto visual increible!!
Un saludo!!
Hola Lamas!
Me alegro mucho mucho de esa forma curiosa que has tenido de leer el texto. Ciertamente, es muy descriptivo y esa caída en espiral se deja entrever a lo largo de cada línea, pero que la identifiques al leerlo me llena de orgullo.
Gracias por compartirlo!
Un beso.
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